En esta ocasión nos queremos centrar en el hombre y su salud sexual debido a que no suelen ser muy duchos a ir a un médico para hablar de ello y, en ocasiones, el problema se puede agravar por esta decisión. Por eso, hoy desde Salud Sexual y Vida Sana queremos hablar de los problemas de eyaculación retardada y aneyaculación.

Ambos trastornos son problemas del orgasmo masculino y uno se caracteriza porque la eyaculación no se produce hasta pasado un tiempo largo (eyaculación retardada), o bien no hay una eyaculación (aneyaculación).

Normalmente esto ocurre cuando, al tener sexo con otra persona, la eyaculación no llega y solo se consigue tras un gran esfuerzo y malestar a ambas personas. Esto no quiere decir que se retrase la eyaculación hasta que la mujer tenga su orgasmo, va más allá debido a que el hombre es incapaz de eyacular en el tiempo normal para ellos (con un máximo de unos 12-15 minutos cuando se produce el coito o con una excitación grande (por ejemplo sexo oral o masturbación).

Esto causa frustración en el hombre así como en la pareja haciendo que se disminuya la libido de los dos y los encuentros sexuales se vean como algo obligado y estresante, haciendo que cada vez se alarguen más en el tiempo hasta el punto de no disfrutar de las relaciones sexuales.

Es curioso cómo la eyaculación retardada es algo que, en los libros de literatura erótica, se ve como algo normal en el hombre, no como un problema. Nos dicen que el ideal para un hombre es que la sesión de sexo dura durante horas y a veces los propios hombres se mentalizan de tener que aguantar para ser como los protagonistas de las novelas cuando en realidad eso no es lo normal y, si ocurre, lo que pasa en la vida real es que hay molestias tanto para el hombre como para la mujer, no se disfruta.

Debes tener claro que, tanto la eyaculación retardada como la aneyaculación son disfunciones sexuales que pueden afectar a los hombres porque, tanto su función reproductiva como la función psicológica (el obtener un placer por el sexo y el orgasmo) se ven interrumpidos haciendo que el hombre no disfrute. Ponerle remedio es algo muy importante que hay que tratar, a veces más y mejor que la eyaculación precoz.

Hay ocasiones en que los hombres tienen una vida sexual normal y, de golpe, tienen dificultades para eyacular o no eyaculan con las relaciones sexuales (o masturbación) salvo que haya un gran esfuerzo por su parte.

Esto puede ser debido, en ocasiones, a una alteración física que, un simple examen o una revisión urológica puede detectar y hacer que se elimine por completo. Entre ellas podrían ser una obstrucción de las vías seminales, es decir, de los conductos por los que pasa el semen, que se ven atorados impidiendo la salida de éste (o ralentizándola provocando con ello la eyaculación retardada) por lo que te encontrarías con una infección.

Otras veces las causas físicas pueden venir de una pérdida o bien una disminución de la motilidad en las vías seminales provocadas por lesiones medurales, problemas diabéticos, alcohol, fármacos, etc. que alterarían la eyaculación. Tratar esto es importante ya que se está en juego la vida sexual de la persona aunque, a veces, cuando el tratamiento (médico) es imposible de cambiar no se puede hacer nada.

Problemas hormonales o cirugías en la zona íntima también pueden ser dos causas que afectarían para que se produjera la eyaculación retardada o la aneyaculación pero, en estos casos, sería transitoria y casi siempre se vuelve a la normalidad si no se pone demasiada importancia al problema.

Existen otro tipo de causas psicológicas que pueden hacer que haya eyaculación retardada y la aneyaculación . La ansiedad a la hora de satisfacer a la pareja y a uno mismo puede ser una de ellas impidiendo que se disfrute de la actividad que se está llevando a cabo y provocando una cadena que va girando sobre sí misma en cuanto a bajar la autoestima, empezar a tener una actitud negativa sobre el sexo, no utilizar la masturbación para buscar el placer, tener problemas con la pareja, etc.

Solución a este problema hay en la mayoría de los casos pero lo mejor es ponerse en manos de un profesional para que pueda ayudar y ver el estado y el motivo por el que se produce la eyaculación retarada o la aneyaculación.