El sexo da mucho placer. Es una actividad que hombres y mujeres suelen disfrutar ya que lleva al cuerpo a un estado de excitación y clímax que se alcanza solo con el sexo. Sin embargo, lo que no muchos conocen es que, mantener relaciones sexuales tiene grandes beneficios emocionales y físicos en el organismo.

Hoy en día el sexo parece que pueda ser algo público. Que no importa hablar de él porque nadie se escandaliza e incluso podríamos llegar a pensar en sexo en público  y algunos ni siquiera lo verían mal. Pero en realidad no es así, y el sexo tiene muchos beneficios a nivel emocional que están al margen de la libertad que se tiene ahora para hablar de esta actividad.

Unos de los beneficios emocionales del sexo es que crea intimidad para con la pareja. Ellos dos se conocen tanto por dentro como por fuera, saben lo bueno y lo malo de cada persona y aprovechan eso bueno para olvidarse de lo malo.

Junto a ello, el sentido de pertenencia se afianza en el sexo. Es TU pareja, TU mujer, TU hombre. Para ti no hay otra persona que lo tenga, es tuyo o tuya únicamente y durante las sesiones de sexo tu posesividad se hace latente haciendo que te sientas poderoso o poderosa de tenerlo a tu lado.

Esto hace también que obtengas beneficios a nivel de aceptación y autoestima. Por ejemplo, si no te sientes demasiado bien con tu cuerpo, lo más normal es que intentes ocultarlo por todos los medios para que no te de corte o vergüenza que te mire. Sin embargo, si la otra te acepta tal y como eres, si no le importa nada más que estar contigo, la autoestima crece y hace que te sientas más aceptada, más feliz y, finalmente, mejor persona.

A nivel de pareja, el sexo es, sin duda, la mayor fuente de diversión que hay. Es como un juego entre dos personas en el que solo ellos dos pueden disfrutar del mismo. Es una actividad, por tanto, única y exclusiva de dos miembros (al margen que después haya otro tipo de relaciones sexuales).

A nivel mental, el sexo también ayuda a reducir el estrés y, al segregar hormonas de la felicidad, también se obtiene una actitud más positiva por la vida. Nos levantamos mejor, trabajamos más, estamos más predispuestos a las cosas, en definitiva, somos más felices.

Algo que pocos saben es que, también el sexo puede regular las hormonas del cuerpo permitiendo que haya un mejor equilibrio y que se reaccione de forma más normal (sobre todo si hay un desequilibrio anterior de las hormonas).

Si antes tratábamos los beneficios emocionales del sexo, en esta ocasión queremos comentar los beneficios físicos del sexo.

Existen muchos beneficios físicos del sexo a todos los niveles. Por ejemplo, a nivel cardiovascular, el sexo permite bajar los niveles de colesterol bajo ayudando además a fortalecer el corazón y dotarle de una respuesta más cotidiana a alteraciones en el ritmo cardiaco (no es lo mismo subir el ritmo solo de vez en cuando (donde puede sufrir más el corazón) que hacerlo habitualmente).

Otro de los beneficios físicos del sexo es que se fortalece el sistema inmunológico lo cual ayuda a tener menos enfermedades y a contrarrestarlas más fácilmente (es decir, que te recuperas antes). Igualmente se fortalecen los músculos ya que, si bien es un ejercicio que se hace habitualmente en la cama, la fuerza física, el desgaste y la tensión muscular hace que se entrenen los músculos abdominales, de espalda y pélvicos principalmente.

También el sexo va a aliviar muchos de los dolores que se puedan tener en el cuerpo, siempre y cuando se tengan presentes para no agravar los mismos (por ejemplo, si hay dolor de espalda, es habitual pensar posiciones donde no se agrave sino que se relaje y, al mismo tiempo, por la segregación de hormonas de placer y felicidad el dolor se mitiga).

Muchos dicen que, uno de los beneficios físicos del sexo es que rejuvenece y adelgaza. Esto es debido tanto a la pérdida de calorías que se produce con el sexo como también a la felicidad que entraña en la pareja estar disfrutando de la otra persona y de la satisfacción que lleva el propio sexo.

Por todo esto, es lógico pensar que el sexo no es tan malo como parece y tiene grandes beneficios emocionales y físicos a tener en cuenta.