Estás en ese momento en el que tienes estabilidad con tu pareja y sientes la llamada de la maternidad e indudablemente la primera pregunta que nos hacemos es ¿será el momento de tener hijos? Y la segunda ¿y si tenemos problemas para tener un bebé?

Si tú y tu pareja os estáis haciendo esas preguntas después de leer este artículo esperamos se queden más tranquilos, o si detectan algún factor de riesgo pongan manos a la obra.

La infertilidad afecta tanto a hombres como mujeres y sus causas son muy variadas, y van desde factores físicos, emocionales o psicológicos.

Pero para entender mejor las razones que provocan la infertilidad hay que saber que la infertilidad es la incapacidad que tiene el ser humano de concebir. Hay dos formas en las que se puede presentar este problema.

Según la Organización Mundial de la salud el cáncer de mama mata a unas 458.000 personas cada año y se estima que una de cada 300 mujeres con mutaciones genéticas tienen un alto riesgo de padecer la enfermedad.

La decisión que ha tomado la actriz Ageline Jolie de someterse a una doble mastectomía para prevenir la enfermedad ha reabierto el debate sobre la prevención del cáncer hereditario con este tipo de operación quirúrgica.

Pero conozcamos un poco más acerca de esta intervención.

La mononucleosis infecciosa, también conocida como fiebre dura, enfermedad de Pfeiffer o vulgarmente como enfermedad del beso, es una enfermedad poco conocida que sin embargo tiene más incidencia en el mundo de lo que se cree. Es causada por el virus de Epstein-Barr, perteneciente a la familia de los virus del herpes, que afecta especialmente a jóvenes de entre 15 y 25 años de edad. El período de incubación es de 30 a 50 días.

Se le conoce como la “enfermedad del beso o fiebre de los enamorados”, porque la principal fuente de contagio es la saliva de tal forma que puede contraerse mediante un simple beso en la boca.

Si estás experimentando el milagro de la naturaleza ¡enhorabuena! Crece una vida en tu interior, y tu cuerpo durante nueve meses experimenta numerosos cambios, entre ellos el incremento de peso que irá cogiendo tu pequeño durante los meses de gestación. Todo esto puede provocar que se debilite la fortaleza de tu suelo pélvico y por lo tanto tienes que ejercitarlo desde las primeras etapas del embarazo.

En anteriores publicaciones ya explicábamos que el suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior. Su función es sostener los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero y vagina; y recto) en la posición adecuada porque de ello depende su normal funcionamiento.