La menopausia es simplemente una época más de la vida, por la que deben de pasar todas las mujeres, igual que la menarquía (la primera regla). Sin embargo, para algunas suele ser una experiencia bastante traumática, por el hecho sobre todo de los tabúes que la envuelven, y de los roles sociales que ocupa la mujer.
Sin embargo, la retirada de la menstruación, puede ser incluso cómoda, y la estabilización hormonal debería aprovecharse como una oportunidad de conseguir equilibrio vital.
Es necesario desmitificar este proceso natural, para evitar el sufrimiento de todas las mujeres que llegan a esa edad crucial, pero no más ni menos importante que otras. La menopausia no es una enfermedad, es simplemente el final de la etapa reproductiva, y además no llega con la retirada de la regla, sino que empieza con los primeros fallos del ovario, alrededor de la cuarentena, y puede extenderse hasta 15 años, cuando se retira la menstruación definitivamente.
La edad de la madurez femenina.
Llegada cierta edad, la retirada del periodo no debería ser un trauma, ya que a partir de los 40 la mujer no debería aventurarse en la maternidad, por recomendación médica. Socialmente, la mujer tiene hijos cada vez más tarde. Quizás por eso, hoy en día, una mujer se siente mal, cuando a partir de esa edad, empieza a tener dificultades para ser mamá.
Este proceso hay que asumirlo de forma natural, siempre desde la perspectiva de que es una edad vital más. Lo más importante es hacerlo desde el conocimiento, sabiendo cómo funciona el proceso en sí, y conociendo los síntomas. De esa manera es mucho más fácil atajarlos y sobrellevarlos.
Cada mujer es un mundo y la sufre de una manera diferente. Algunas tienen una bajada de estrógenos muy paulatina, y otras más brusca, evidentemente los síntomas no aparecerán de la misma manera, ni con la misma fuerza en una que en la otra. Sofocos, insomnio, hipersensibilidad emocional… a cada una le afecta de una forma diferente y a un nivel diferente.