lunes, 4 de marzo de 2013
2ª PARTE: Qué Debes Tener En Cuenta Antes De Tomar Anticonceptivos
Si la anterior semana hablábamos de la parte positiva de utilizar anticonceptivos hormonales, hoy vamos a centrarnos en la parte negativa, porque aunque no es lo más común, es necesario tenerla en cuenta. Tomar anticonceptivos hormonales puede tener efectos secundarios, contraindicaciones e incluso existen ocasiones en las que hay que interrumpir el tratamiento. Pon atención a cada punto de este post si utilizas este tipo de anticonceptivos o tienes intenciones de hacerlo.
¿Cuáles son las desventajas del uso de anticonceptivos hormonales?
Son muchas las ventajas que conlleva su uso, como hemos comentado en el anterior post. Sin embargo, no todo son virtudes:
- Para que la anticoncepción sea lo más efectiva posible, se requiere cierta disciplina en su uso. Un olvido, o un retraso en la toma o administración del mismo pueden traducirse en un embarazo.
- No protegen contra enfermedades venéreas, sin embargo relaja en su prevención a la que los usa.
- Su uso no es del todo libre, es necesario que el médico prescriba el tratamiento para poder conseguirlo en una farmacia.
- Algunas culturas y religiones están en contra de su uso, y eso crea sentimientos de culpa en las mujeres que los utilizan.
- A veces producen molestos efectos secundarios.
¿Qué efectos secundarios pueden causar los anticonceptivos hormonales?
Los anticonceptivos hormonales son medicamentos, y como tal pueden presentar reacciones adversas, aunque no siempre, ni en todas las personas. El 90% de las mujeres no presenta efectos secundarios, y para el resto, suelen ser leves y transitorios.
Entre los efectos secundarios pueden darse:
- Dolores de cabeza. Es uno de los más frecuentes.
- Trastornos menstruales (Aunque curiosamente, también se utilizan los anticonceptivos para atajarlos)
- Alteraciones en la piel, sobre todo acné.
- Alteraciones gastrointestinales.
- Cambios de estado de ánimo.
- Pérdida del deseo sexual.
- Hipersensibilidad en los senos.
- Molestias durante el coito.
Existen otro tipo de efectos más graves, pero por suerte menos comunes:
- Pérdida del cabello.
- Manchas en la cara (cloasma)
- Presión arterial descompensada.
- Hirsutismo.
- Subida del colesterol.
- Varices y alteraciones vasculares.
- Mayor riesgo de trombosis y embolias.
Algunos efectos son muy, pero que muy poco frecuentes, aunque también hay que mencionarlos:
- Alteraciones hepáticas y alteraciones del páncreas (pancreatitis, ictericia, adenomas hepáticos, intolerancia a la glucosa…)
- Cólicos vesiculares.
- Problemas oculares (trastornos visuales, eritema nodoso, neuritis óptica, etc)
Los efectos secundarios dependen de muchos factores, entre ellos la vía de administración del tratamiento, los porcentajes de hormonas en la composición, o los antecedentes médicos.
Sobre el aumento de peso, también hay que decir que aunque hay una incidencia alta a este respecto, el aumento medio oscila entre 1 y 3 kg, es decir, no es un aumento significativo, ni siempre se da. Además, una vez que el cuerpo se acostumbra, casi siempre vuelve a su peso habitual. Muchas veces, el aumento de peso por la edad, o la vida sedentaria acaba siendo achacado a los anticonceptivos, cuando estos no son los responsables.
Complicaciones derivadas del uso de anticonceptivos.
Como cualquier medicamento, sus efectos secundarios y sus interacciones deben ser controladas por un médico, ya que en caso de complicaciones extremas pueden causar complicaciones que lleven a la mujer en cuestión a la muerte.
De entre todas las consecuencias o efectos provocados por el consumo de anticonceptivos hormonales uno de los más graves son los episodios de trobosis y embolias. Son accidentes vasculares en los que se crear coágulos de sangre que provocan embolias, o lo que es lo mismo, ese mismo trombo puede llegar a taponar el riego de algún órgano vital, provocando embolias pulmonares, infartos o derrames cerebrales.
Una de cada 10.000 mujeres consumidoras de anticonceptivos hormonales los sufre. Muchas veces el médico es capaz de detectar factores de riesgo. Por eso es tan importante que sean prescritos por un doctor y que se acuda a las revisiones periódicas para ver cómo están afectando al organismo.
Los riesgos aumentan sobre todo en esas mujeres que pasan de los 35 años, sufren obesidad, o fuman en exceso. También cuando se hacen cirugías grandes o se inmoviliza una extremidad, por ejemplo tras una fractura ósea.
En cuanto a los rumores de que aumentan el riesgo de cáncer… todo son conjeturas, pues no hay pruebas evidentes de ello. Se sospecha que aumenta el riesgo en algunos órganos como la mama, y disminuye en otros, como los ovarios. Pero son todo especulaciones, no existen estadísticas científicas al respecto.
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