miércoles, 15 de enero de 2014
Apoyo psicológico en los tratamientos de fertilidad
La maternidad es algo muy importante en la vida de una
mujer. La biología y ese don femenino de dar vida han hecho que a lo largo de
la historia la maternidad se haya idealizado, quizás en exceso. Durante muchos
siglos, el arte, al religión y las tradiciones se han preocupado de ese momento
vital femenino como algo de vital importancia. Y no solo eso, sino que han
pintado al maternidad como algo imprescindible en la vida de una mujer.
Cada vez son más las mujeres que optan por no tener hijos. Y
también son muchas las que optan por vivir la maternidad de una manera
diferente. Sin embargo, el hecho de tener problemas de fertilidad sigue
suponiendo un trauma para muchas mujeres.
Querer ser madre y no poder, es algo que supone un hecho
traumático para la vida de mujeres que sufren este problema. Son muchas las que
pueden recurrir a tratamientos de fertilidad, y lograr su sueño a través de
ellos. Sin embargo, los procesos de tratamientos de fertilidad son duros,
largos y a veces poco fructíferos. Por eso, el apoyo psicológico, tanto
profesional, como del entorno, es muy necesario. El proceso puede ser muy duro, y conllevar un
gran desgaste a nivel físico, emocional e incluso social.
Ansiedad por concebir
La espera de noticias positivas puede generar un cuadro de
estrés bastante importante. La ansiedad crece, y cuando el deseo es frustrado
una vez tras otra puede generar también un estado depresivo. Este nerviosismo
generalizado dificulta aún más que los pasos del tratamiento tengan su efecto
oportuno.
Cuando ese deseo es tan profundo o arraigado, la mente
funciona a mil por hora. Llega el sentimiento de culpabilidad: muchas mujeres
se culpan por motivos que erróneamente se consideran motivos de infertilidad:
abortos voluntarios, ETS’s contraídas pro falta de protección, determinados
problemas ginecológicos. También llegado un momento el miedo y la duda hacen
trasladar la supuesta culpabilidad a la pareja… en definitiva se crea un
entorno de culpa innecesario que no hace más que generar sentimientos negativos
y una frustración aún mayor.
Dificultades sociales
Parece que llega un momento en el que es “necesario” tener
un hijo: esos abuelos con ganas de nietos, esos amigos que van ya a por el
segundo hijo, la edad predeterminada para ser padres,… un cúmulo de factores
hacen que el entorno parezca gritarte “Ten un hijo” como si fuese una
obligación.
Cuando se empieza un tratamiento de fertilidad, además es
necesario adaptar tu vida a ellos. Se tienen multitud de citas médicas, para
pruebas, para donación de gametos, análisis, revisiones, terapia de pareja… Eso
conlleva faltar al trabajo, a determinados compromisos sociales e incluso
cambiar hábitos de vida.
Cómo afecta el tratamiento de fertilidad a la pareja
Es inevitable sentir responsabilidad y tomar determinadas actitudes
durante un tratamiento de fertilidad o de reproducción asistida. Los vaivenes
hormonales a los que se ve sometida la mujer hacen que su estabilidad emocional
también sufra altibajos. Las relaciones sexuales pueden verse deterioradas,
tanto por las hormonas, como por los sentimientos encontrados, así como por las
restricciones y consejos del médico encargado del proceso. También puede
ocurrir, y sería lo ideal, que la pareja se muestre más unida y en sintonía que
nunca, estrechando sus lazos frente a la adversidad.
Apoyo y tratamiento psicológico paralelo
Cada persona, cada pareja se enfrenta al tratamiento de una
forma determinada, dependiendo de su personalidad. Sin embargo, la presión de
la que hemos hablado hace muy necesario un seguimiento psicológico, para tratar
los posibles desequilibrios emocionales causados por el proceso. Lo ideal es
que la terapia psicológica sea seguida por la pareja, porque aunque la mujer es
la que más sufre físicamente, son ellos los grandes olvidados, que se ven en la
obligación de ser apoyo para ellas mientras que ellos también sufren por los
mismos motivos. La terapia ayudará a afrontar el impacto emocional antes,
durante y después del tratamiento de fertilidad. Con una psicoterapia adaptada
a cada paciente, técnicas de relajación y autocontrol emocional enfrentarse al
duro y largo proceso será mucho más llevadero.
Con el apoyo psicológico llegaremos a detectar las
debilidades causadas por todo lo que está enfrentando la pareja. De esta manera
podrá tenerse el estrés y la ansiedad bajo control. La autoestima se mantendrá
en su nivel correspondiente y se
intentarán evitar los altibajos emocionales. Un profesional de la psicología
podrá enseñar a la pareja a enfrentar se a situaciones difíciles con su
entorno, como preguntas indiscretas, rechazo a los tratamientos de fertilidad,
o presión por lograr el embarazo entre otras cosas. También podrá mostrar el
camino correcto a seguir. Conseguir hábitos saludables, mantener la buena
comunicación entre la pareja y fomentar el cariño y la atención del uno al
otro.
Mantener una actitud positiva frente a todas las
dificultades que puedan surgir en el camino, será mucho más fácil conseguir
resultados óptimos del tratamiento de fertilidad.
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