El sexo es un ejercicio muy saludable para el sistema cardiovascular. Sin embargo no son extraños los casos de personas que fallecen durante el acto sexual por fallo cardiaco. Evidentemente esto no le pasa a cualquiera, aunque en algunos casos, la víctima no conocía su cardiopatía. Sin embargo, si ya tiene algún problema cardiaco diagnosticado, o ya ha sufrido algún infarto, angina o problema cardiovascular, es importante que tome ciertas precauciones y tenga en cuentas algunos consejos. Su doctor se los detallará convenientemente según su historial médico, aunque aquí vamos a resumir algunas cuestiones importantes, sobre cómo actuar en el sexo en caso de padecer cardiopatías.

Aunque le resulte incómodo o un tema íntimo, es necesario que hable con su médico de forma clara si tiene un problema de este tipo. A veces el miedo a que pase algo bloquea al paciente, y hace que vaya aparcando su vida sexual, cuando quizás no es necesario dejar a un lado el sexo. Para empezar es conveniente preguntar si el sexo está desaconsejado o si no hay problema en seguir practicándolo.

Si la respuesta es que puedes seguir disfrutando de tus momentos sexuales, deberás preguntar con qué frecuencia, con qué intensidad, y en definitiva, con qué límites.

Además también es positivo que la pareja esté presente, o que consulte por su cuenta. La sexualidad en pareja es cosa de dos, y ambos miembros deben tener conocimiento de los límites que no deben sobrepasar. Además, sabiendo qué dice el médico, el paciente se siente menos culpable por la posibilidad de no llegar a satisfacer a su pareja, y a ésta le vendrá bien para comprender mejor las decisiones y comportamientos sexuales.

Si ya has tenido un ataque al corazón, es normal que os preocupéis. Pero bueno, tomando ciertas precauciones existen casos en los que no está contraindicado tener sexo, en incluso casos en los que hacer el amor con moderación puede ser incluso positivo para fortalecer el corazón.

Antes de tener sexo después de haber pasado por un ataque cardiaco, serían convenientes hacer varias cosas. La primera es que tu médico te haga un test de esfuerzo, para ver cómo reacciona tu corazón. Se trata de una prueba muy sencilla que consiste en andar sobre una cinta mientras se controlan las constantes vitales. En esta prueba se consigue una curva de esfuerzo que indica los límites que el corazón aguanta (tiempo, esfuerzo y pulsaciones).

Además es necesario aguantar un tiempo prudencial. Cuando se tiene un problema cardiaco se debe guardar un cierto reposo. Por eso es mucho más aconsejable evitar las relaciones sexuales. Durante las dos semanas posteriores al ataque es mejor que no se haga nada. Después de ese periodo de 15 días debe establecerlo el médico según el caso.

También es indispensable conocer bien el cuerpo y los límites de cada uno antes de abandonarse a la pasión desmedida. Es necesario conocer los síntomas que indican que nuestro corazón está realizando un sobre esfuerzo o se está acercando a cotas de fuerza peligrosas.

Si siente dolor en el pecho, presión en la zona del tórax, sientes que te mareas, o te entra sensación de vértigo,… relájate antes de seguir y plantéate si es conveniente. Acude al médico si sientes dificultad para respirar, un pulso irregular o acelerado o por supuesto, no dudes en visitar el hospital si llegas incluso a desmayarte.

No continúes con el acto sexual, bajo ningún concepto, si siente cualquiera de estos síntomas.

Puede que el médico te dé permiso para volver a tener sexo, aunque es una circunstancia que te marca de por vida. Este tipo de problemas afecta a la sexualidad desde muchos puntos de vista. Muchas personas con problemas cardiacos sufren después miedo a tener un sobreesfuerzo sexual que tenga consecuencias. Lo viven sin disfrutarlo plenamente porque controlar el esfuerzo les resulta incómodo. A veces, sienten que tras el accidente cardiovascular no volverán a ser los mismos, y caen en depresiones, preocupaciones y estrés extremo. Incluso su pareja puede que no lo reconozca, o tenga miedo a proponerle relaciones sexuales.

Es necesario aceptar la nueva situación, conocer los límites y disfrutar de la vida. Al fin y al cabo, su corazón les ha dado una segunda oportunidad.