miércoles, 5 de noviembre de 2014
¿Qué es la tricofilia?
Dentro del mundo de la sexualidad
hay muchos aspectos que aún son desconocidos, que no muchas personas, sobre
todo aquellos que no lo padecen, se encuentran con sorpresa con un tipo de
gusto o fetiche que llama la atención.
Tal es así que el caso de la tricofilia es un fetichismo poco conocido pero que se puede dar y, de hecho, quizás en este momento lo tengas sin darte cuenta porque es algo que pasa desapercibido, que no te das cuenta del mismo ni sabes que hay un nombre para lo que te pasa. ¿Quieres saber lo que es?
Tal es así que el caso de la tricofilia es un fetichismo poco conocido pero que se puede dar y, de hecho, quizás en este momento lo tengas sin darte cuenta porque es algo que pasa desapercibido, que no te das cuenta del mismo ni sabes que hay un nombre para lo que te pasa. ¿Quieres saber lo que es?
La tricofilia
La tricofilia es el nombre que recibe el fetichismo del cabello, es decir, la excitación que una persona sufre cuando acaricia el pelo de otra persona. Es un simple gesto que, quizá, nunca antes hayas pensado que fuera un fetiche pero ahora a lo mejor te puedes ver reflejado con este fetiche, sobre todo si eres de los que gusta acariciar el pelo de tu pareja y te sientes más excitado al hacerlo. ¿Quieres saber lo que ocurre?
La tricofilia puede adoptar muchas
formas; de hecho, esa pasión erótica y sexual por el cabello humano se puede
dar de muchas clases: hay personas que la tricofilia la viven porque tienen una
excitación mayor con un determinado color de pelo, por ejemplo los pelirrojos,
que son muy atrayentes para este colectivo, sin obviar, claro, el color negro,
castaño, rubio y todas las tonalidades posibles; hay otros que se fascinan con
las melenas largas o las cortas. Los diferentes estilos de corte, peinados,
flequillo, hasta el pelo mojado puede suponer un deseo incontrolable por
acariciar ese pelo y excitarse por ello con esa persona.
A la hora de satisfacer a quien
tiene la tricofilia, el contacto físico es el mejor resultado porque necesitan
tocarlo, para ellos es un un deseo tal que algunos no pueden controlarse. Ahora
bien, en algunos casos puede haber tricofílicos que sientan esa excitación
viendo cortar el pelo o en lugares relacionados con el pelo, con objetos que
tocan el mismo como los cepillos, las tijeras,... (en definitiva, una
peluquería).
No hay un caso exacto de
tricofilia, es decir, hay muchas formas de que sientan excitación y todas ellas
dependerán de cada persona concreta ya que, como hay tal variedad de cabello en
cuanto a peinados, cortes de pelo, color, tonalidad, etc., la persona que lo
tiene puede tener también multitud de variables con este fetiche.
El origen de la tricofilia
Según los expertos y varios psicólogos, parece que el origen de este fetiche viene de la antigua historia de Sansón y Dalila que seguro conoces. En la misma se cuenta la historia que, cuando Dalila le corta el pelo a Sansón, pierde su fuerza. Según dicen, eso tiene una connotación erótica muy importante y de ahí radica el hecho de que, muchas sectas, obliguen a los que entran a que se rapen el pelo para apaciguar el deseo sexual.
No se sabe mucho más sobre el
origen de la tricofilia debido a que es algo tan “normal”, que no suele
destacar, que no se ha puesto mucho empeño en saber por qué una persona se
puede sentir más atraído por un determinado tipo de cabello u otro.
La tricofilia en la actualidad
En la actualidad el tener un fetiche no es tan malo (siempre y cuando sean fetiches discretos o que se lleven en la intimidad) como eran antaño. Si bien, a veces puede ser difícil sobrellevarlos. Lo que sí está claro es que la tricofilia no es uno de los más difíciles de practicar porque es posible hasta ocultarlo a la pareja pues las caricias y el acercamiento hacia el pelo es algo que puede ocurrir fácilmente y no por ello parecer extraño.
Eso sí, hay que poner siempre un
límite en todos los fetiches pues llegará un momento en que podrían darse
problemas de excitación si no se produce en fetiche en sí. Por ejemplo, no
poder disfrutar de las relaciones sexuales si la persona con quien se comparte
no tiene el pelo húmedo o un corte de pelo determinado, incluso un peinado.
Siempre hay que procurar que no
sean los fetiches lo que marquen la relación sino uno mismo controlando un poco
para que no se convierta en una obsesión. En caso de que así sea, lo mejor es
acudir a un especialista para lograr solucionar el problema que se puede
causar.
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