miércoles, 3 de junio de 2015
La mutilación genital femenina
Una de las prácticas más inútiles
y que realmente no aporta nada ni a la mujer ni a los hombres, es sin duda, la
mutilación genital femenina, entendida como tal al procedimiento que supone
seccionar, parcial o totalmente los genitales externos femeninos o bien
lesionar los genitales por motivos que no son médicos.
Esta práctica era muy utilizada
hace ya muchos años. Aún se pueden encontrar algunas culturas que
se lo hacen a las mujeres pero cada vez se da menos (aun así, sigue dándose).
se lo hacen a las mujeres pero cada vez se da menos (aun así, sigue dándose).
Internacionalmente podemos decir
que la mutilación genital femenina es en realidad una violación de los derechos
humanos tanto de las mujeres como de los niños y una forma de discriminación a
las mujeres ya que los hombres no suelen pasar por esto.
Formas de mutilación genital femenina
Existen cuatro tipo de mutilación
genital femenina actualmente que son:
- Clitoridectomía, es decir, la resección, total o parcial, del clítoris o, en algunos casos, del prepucio (la piel que rodea al clítoris).
- Excisión. Es la resección, total o parcial, tanto del clítoris como de los labios menores pudiendo darse el caso de que también haya una excisión de los labios mayores.
- Infibulación. Es el estrechamiento de la abertura vaginal creando una especie de sello y recolocando los labios menores y mayores además del clítoris que, en algunos casos, se secciona.
- Otros métodos, como son perforaciones, incisiones, cauterizaciones, raspados, etc.
¿Por qué se realiza la mutilación genital femenina?
En realidad no hay un motivo que
pueda explicar el porqué de esta práctica tan poco común y muy dolorosa. De
hecho, no aporta ningún beneficio a la mujer en su salud, al contrario, la está
dejando más perjudicada pudiendo encontrar dolor o infecciones que pueden ser
graves. De hecho, entre las consecuencias que se dan ante una mutilación
genital femenina están:
- Esterilidad.
- Probelmas en el parto.
- Quistes.
- Infecciones recurrentes.
- Nuevas intervenciones que pueden dejar mucho peor la zona con riesgos adheridos a esas operaciones.
Aunque hemos comentado que es una
practica que ahora no se hace tanto, lo cierto es que, en el mundo, hay 140
millones de mujeres y niñas que sufren las consecuencias tras haber pasado por
una mutilación genital femenina.
En África, son 92 millones con lo que resta
hasta 140 millones se han dado en otros países de Asia y Oriente Medio, una
práctica que debería acabar de una vez.
Causas culturales, religiosas y sociales de la mutilación genital femenina
Antes te comentábamos que, la
mutilación genital femenina, tiene un enfoque cultural porque va inherente a
cada cultura que se tenga en una tribu o en un país concreto. Por eso, se puede
decir que la mutilación genital femenina es en realidad una mezcla de esa
cultura, religión y causas sociales que puede haber donde se viva.
De hecho, aquellos que creen en la
mutilación genital femenina dicen:
- Que se practica porque es necesaria para criar bien a las niñas y prepararlas para la vida adulta y el matrimonio.
- Sirve para hacer que la niña entienda un buen comportamiento sexual, es decir, que no sienta deseo por tocarse o que no experimente las sensaciones de placer. De hecho, muchos hablan de que la mutilación genital femenina disminuye la libido en la mujer ayudando a resistirse a “actos sexuales ilícitos”. El problema es que, si se realiza un sellado, por ejemplo, para después mantener su vida conyugal necesita volver a someterse a una dolorosa operación para reabrir la vagina.
- Se trata de una tradición que se lleva haciendo durante generaciones hasta el punto de que, si no la realizas, puedes llegar a ser considerado un paria en tu ciudad o en el barrio.
Como ves, son muchas las razones
que se dan pero hasta la Organización Mundial de la Salud está en contra de
esta práctica como así abogó ya en 2008 con una declaración conjunta con el
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Población
de las Naciones Unidas (UNFPA) y de nuevo en 2010 con otras organizaciones.
Desde el 2007 está luchando para
abolir esta práctica que no sirve de nada y solo degrada a la niña y a la mujer
discriminándola como si no tuviera derecho a sentir o hacer lo que quisiera con
su cuerpo.
¿Qué piensas tú? ¿Crees que es una
práctica que debería mantenerse o hemos evolucionado lo suficiente como para
olvidarnos de tradiciones que no nos llevan a nada y solo nos hacen parecer
salvajes?
0 comentarios:
Publicar un comentario