miércoles, 6 de mayo de 2015
El sexo que duele: Dispareunia
Una de las disfunciones sexuales
que puede darse en la pareja, y que muchas veces es un tema tabú del que se
sufre en silencio porque no se quiere hablar del mismo a la pareja y mucho
menos a las personas ajenas a la misma, es la llamada dispareunia, también
conocida como coitalgia, una disfunción sexual que se caracteriza por tener
dolor en el coito.
Esta dolencia, que quizás para
muchos es nueva, en realidad puede llegar a
afectar a más de un 10% de las mujeres y en torno al 5% de los hombres, que sufren en silencio. Sus causas pueden ser psicológicas pero hay que tener en cuenta que muchas veces hay que tratar el fondo del asunto para saber de verdad lo que se está viviendo y cómo poder ayudar a la pareja.
afectar a más de un 10% de las mujeres y en torno al 5% de los hombres, que sufren en silencio. Sus causas pueden ser psicológicas pero hay que tener en cuenta que muchas veces hay que tratar el fondo del asunto para saber de verdad lo que se está viviendo y cómo poder ayudar a la pareja.
Dispareunia
Lo primero que debemos decir es
que, lo normal, no es sentir dolor durante el coito. La verdad es que no es esa
porque, si bien puede haber molestias antes, durante y después, no tendría que
ser lo normal sino que, al ser un momento de placer, habría que vivirlo como
tal. Ahora bien, esta disfunción sexual puede afectar y no solo a las mujeres
(aunque es a quien más les afecta) sino también a los hombres.
¿Qué tipo de molestias se pueden sufrir?
Hay de muchos tipos y grados. Pero, en general, podríamos hablar de:
- Ligera molestia o sensibilidad en la vulva que hace que, el roce, o la caricia, sea más dolorosa de lo que se pretende hacer. Lo mismo podría ocurrir en el caso de los hombres donde, en este caso, sería la zona del pene o incluso los testículos.
- Picor o quemazón nada más tocar la otra persona.
- Dolor o presión en la zona pélvica o abdominal.
- Sensación de sequedad o irritación vaginal.
- Malestar general que puede dar lugar a un dolor intenso o una sensación de ardor en la vagina, sobre todo cuando hay penetración, o después del orgasmo.
Causas de las dispareunia
Este trastorno que afecta a
hombres y mujeres puede darse de forma repentina. Algunas veces el motivo es
porque, en un parto vaginal, se han utilizado unos fórceps o bien una ventosa
con episiotomía (es decir, una incisión quirúrgica en el perineo femenino).
Esto hace que esa zona quede mucho más sensible y pueda provocar dolor a la
hora de la penetración pero, por lo general, se suele eliminar al cabo del
tiempo.
Sin embargo, puede haber otras
causas como son infecciones genitourinarias o irritación debido al uso de
anticonceptivos (de cualquier tipo, condones, diafragma, espermicidas, etc.).
También puede darse por problemas
de vaginismo aunque no es tan habitual ya que solo entre un 2-4% de las mujeres
lo tienen, una contracción involuntaria de los músculos pélvicos que dificulta
la penetración y, al forzarla, puede provocar dolor (y no se disfruta de las
relaciones sexuales).
Por supuesto, y como hemos
comentado antes, los motivos psicológicos son otro de los aspectos que pueden
hacer que se tenga dolor durante las relaciones sexuales. Por ejemplo tienes la
pérdida de interés sexual por la pareja, la falta de excitación o tener
ansiedad por culpa del estrés, trabajo, problemas personales, etc.
¿Qué hacer si se tiene dispareunia?
Cuando se tiene dispareunia, así
como cualquier otro tipo de disfunción sexual, lo mejor que se puede hacer es
acudir a un especialista así como hablar con la pareja sobre el tema. Es lo más
importante para que se pueda confiar en que la pareja también ayude en el
tratamiento y cura del mismo.
Igualmente, el especialista
realizará una exploración descartando anomalías físicas y dará algunas pautas
para afrontar el problema o bien recomendará la ayuda de un sexólogo para el
caso concreto.
¿Hay dispareunia masculina ?
La respuesta es sí aunque no en el
mismo tanto por ciento que en el caso de las mujeres. Sin embargo, hay casos en
que los hombres pueden tener dolor durante el acto sexual, más concretamente en
la eyaculación. Las razones por las cuales se puede producir son parecidas a
los mujeres, es decir, infecciones en los genitales, la utilización de métodos
anticonceptivos o el factor psicológico aunque, en este caso, es lo que menos
se suele dar porque no suele desencadenar dolor (sino más bien una incapacidad
para tener sexo).
En cualquier caso, la asistencia
con profesionales en el tema es imprescindible para evitar que el problema vaya
a más en la relación y pueda verse afectada.
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