viernes, 4 de mayo de 2012
TODO SOBRE EL CÁNCER DE CUELLO DE ÚTERO
También llamado cáncer de cérvix, carcinoma del cérvix o carcinoma del cuello uterino, es una de las patologías oncológicas más comunes en la mujer, la segunda después del cáncer de mama. Es el tipo de cáncer que se diagnostica más frecuentemente en países en vías de desarrollo, donde aparecen más de 400.000 nuevos casos al año.
Al contrario que otros muchos cánceres, de los que no se conoce muy bien porqué factores aparecen, en el caso del cáncer de cérvix, si han hecho grandes avances en cuanto a la detección de los principales factores del riesgo
. Precisamente al alemán Harald Zur Hausen, recibió el Premio Nobel de Medicina en 2008, por ser el descubridor del papel que juega el Virus del Papiloma Humano en el desarrollo de este tipo de cáncer.
A raíz de ahí, otros doctores como Enrique Aguirre Cabañas, Ian Frases y Jian Zhou, colaboraron en diversas investigaciones que han dado como fruto el desarrollo de la vacuna contra el cáncer cervical.
¿Qué puede hacer que desarrolles un cáncer de cuello de útero?
Este tipo de cáncer está causado en la práctica totalidad de los casos por el Virus del papiloma Humano, en concreto tras la infección por las cepas del VPH 16 o VPH 18. Existen muchas variedades de este tipo de virus. Sin embargo, estas dos cepas, de transmisión sexual, son las responsables de todas las lesiones precursoras del tumor.
El hecho de que este virus se contagia a través de las relaciones sexuales, hace pensar en varios factores de riesgo, que son muy claros:
- Tener relaciones sexuales con muchas parejas diferentes.
- Tener relaciones con parejas desconocidas.
- Tener relaciones sin protección profiláctica.
- Comportamientos promiscuos.
- Infección recurrente por el VPH16 o el VPH18.
- Seguir tratamientos anticonceptivos orales.
- Estado inmunodepresivo.
- Tener ciertos antígenos leucocitarios humanos.
- SIDA.
Se cree que contraer el subtipo VPH 16 supone un mayor riesgo de que las lesiones evolucionen hacia un cáncer. Sin embargo, no sólo depende de la cepa. También depende del estado del sistema inmunitario o incluso de las condiciones ambientales.
¿Cuáles son los primeros síntomas?
El problema del cáncer de cérvix es que suele ser bastante “silencioso”. Más del 50% de los casos no presentan síntomas en los primeros estadios, por eso es tan importante realizar una revisión ginecológica anual, en la que se tomen muestras del epitelio del cuello del útero (citología).
Sin embargo, los síntomas e ser leves o creer que están relacionados con otra dolencia menos grave. A veces se dan hemorragias entre ciclos, o hemorragias anómalas, de tipo acuoso. También puede darse el caso de que aumente el flujo vaginal. En cuanto a dolores, los primeros aparecen en la zona del pubis. Cuando el estadio es más avanzado, puede trasladarse hacia la vejiga o el recto. También puede que las relaciones sexuales dolorosas, sean un síntoma de que algo pasa.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de cérvix?
Es esencial cumplir con las revisiones anuales en el ginecólogo, con citología incluida. En la citología se recogen muestras de las células del cuello del útero y se analizan. Los resultados de esta prueba se miden en valores que van del 1 al 5, dependiendo del grado de anomalía. El grado 1 indica normalidad, y el grado 5 supone un cáncer en expansión. Entre el 2, 3 y 4 hay que hacer pruebas que determinen el alcance de las lesiones (colposcopia, conización, biopsia, legrado uterino). Si las pruebas detectan un cáncer, también es necesario realizar más análisis de sangre y análisis radiológicos para descartar que se haya extendido a otras partes del cuerpo.
Tratamiento para superarlo
Evidentemente hay tratamiento, pero éste depende del estadio en el que se encuentre el cáncer. Según el diagnóstico, existen técnicas muy diversas.
- Las lesiones premalignas pueden extirparse. La ablación puede realizarse por criocoagulación, electrocoagulación o con láser, pero es una intervención sencilla.
- Cirugía: existe la posibilidad de llevar a cabo cirugías conservadoras en los primeros estadios, como por ejemplo la conización. Sin embargo, cuando está más avanzado, es necesario realizar una histerectomía, y eliminar el útero, el útero, los ovarios y parte de la vagina, o incluso ampliar la histerectomía hacia el recto y la vejiga, según la afectación de estos órganos.
- Quimioterapia y radioterapia para eliminar las células restantes y evitar que vuelva a reproducirse, o a producirse una metástasis.
Al igual que con otros tumores, si el cáncer de cuello de útero es detectado en sus primeros estadios, tienen buen pronóstico.
¿Cómo podemos prevenirlo?
Hasta hace muy pocos años se desconocía su origen, y por tanto la forma de prevenirlo. Al ser un cáncer provocado por un virus, el principal método de prevención es evitar el contagio.
Éste se produce a través de las relaciones sexuales. Por lo tanto es necesario evitar los comportamientos promiscuos y tener relaciones sexuales sólo con una pareja, y de confianza. A veces el preservativo no es suficiente para evitar el contagio.
Si en algún momento observas una verruga genital, o una lesión extraña, solicita a tu médico una prueba del Papanicolaou. Y Repite tus revisiones cada 6 meses, como mucho cada año.
También es importante destacar que los avances en la prevención de las lesiones cancerosas en el cérvix, han dado lugar a la vacuna contra el VPH 16 y el VPH 18, los más peligrosos. Esta vacuna, para que sea efectiva, hay que administrarla antes de empezar a tener relaciones sexuales. Por eso es recomendable en niñas de menos de 14 años.
Tan importante es prevenirlo como controlarlo. No te pases ni una sola de las revisiones ginecológicas. Pueden salvarte la vida.
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