Estamos habituados ya a hablar de bolas chinas, pesarios vaginales y suelo pélvico refiriéndonos a la mujer. Pero resulta que ellos también tienen un suelo pélvico en su anatomía, y también es importante mantenerlo a tono para mantener sanas determinadas funciones sexuales, e incluso de otro tipo.

Exactamente igual que ocurre en las mujeres, la distensión del suelo pélvico influye de forma determinante en el desarrollo de una incontinencia urinaria crónica, así como en determinadas disfunciones sexuales.

Tener un bajo tono muscular en el suelo pélvico puede provocar en el hombre infecciones urinarias de repetición, síndrome de micción no coordinada, dolor pélvico, disfunción eréctil, eyaculación precoz, incontinencias de heces, estreñimiento e incluso hemorroides.

Muchas veces, los problemas de este tipo también comienzan tras una cirugía de próstata. Tanto la cicatriz como el debilitamiento de los tejidos contiguos, hacen que el suelo pélvico empiece a tener problemas graves. La fisioterapia de suelo pélvico es básica para la recuperación en este tipo de pacientes.

Ellos, evidentemente, no pueden utilizar bolas chinas, sin embargo existen muchos ejercicios derivados de los de Kegel, e ideados expresamente para la recuperación masculina de este grupo muscular. Cada vez más son los gabinetes de fisioterapia que ofrecen este tipo de servicios, requeridos por hombres que, sobre todo se preocupan por problemas que afectan a sus capacidades sexuales.

La fisioterapia y los ejercicios pelviperineales, son claves para controlar las incontinencias urinarias y fecales, así como para mantener la firmeza de la erección y la duración de la misma.

Además, los músculos pélvicos juegan un papel fundamental en el control eyaculatorio. Por eso el trabajo pélvico, no solo previene los problemas ya mencionados, sino que además también hace que el hombre tome mayor conciencia sobre su reflejo eyaculatorio y le ayude a controlarlo. Esto ocurre así, porque los músculos que forman el periné superficial, así como aquellos que desde ese músculo se insertan y cubren el pene, ejercen una función fundamental en la rigidez y mantenimiento de la erección.

Los ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico son un complemento ideal a la medicación suministrada para problemas de disfunción eréctil, por ejemplo. A veces los fármacos no consiguen un resultado plenamente satisfactorio, y este tipo de fisioterapia ayuda a conseguirlos de la mejor manera, contribuyendo a que el tratamiento sea más efectivo.

En los casos en los que se recupera la erección a base de medicamentos, es cuando al fisioterapia es recomendable y efectiva. Sin embargo, en casos en los que se ha perdido la capacidad eréctil debida por ejemplo a una operación de próstata, la fisioterapia no siempre consigue recuperar la capacidad perdida. Sin embargo, puede ayudar si la capacidad de conseguir una erección no se ha perdido por completo.

De todas maneras, haya cirugía, problemas de erección, o no los haya, hacer ejercicios para fortalecer el suelo pélvico es una sana actitud que podrá retrasar al aparición de los problemas de incontinencia y de erección propios de la vejez, que no aparecen sino por el debilitamiento de los músculos, ya inevitable debido a la edad. Aunque claro está, si pueden aparecer a los 75 en vez de a los 65… pues mejor que mejor.

Los especialistas aseguran que con un buen nivel de ejercitamiento del suelo pélvico, el éxito de la fisioterapia se sitúa en torno al 80%. Una buena motivación para realizar ese pequeño esfuerzo.

No tener incontinencia, poder llevar una vida sexual plena y sana, así como mejorar el estado de otros problemas como el estreñimiento, la incontinencia anal, o las hemorroides, mejoran sin lugar a duda la calidad de vida del paciente. Por eso, en determinados hospitales ya se están implantando “Unidades de Suelo pélvico”, en la que especialista de esta importante parte de la anatomía, se encargan de orientar a los pacientes para mejorar el estado de su suelo pélvico.

Cada vez más hombres cuidan esta parte de su cuerpo, no solo para superar ciertos problemas que ya hemos mencionado, sino también para prevenirlos en un futuro.