Si hace poco hablábamos de la donación de óvulos, hoy vamos a hacer lo propio con la donación de las otras células necesarias para la fecundación: los espermatozoides. La donación de semen es un acto sencillo de generosidad que hace posible que parejas con problemas para fecundar, sean capaces de concebir hijos.

La donación de semen es fundamental para el proceso de fecundación asistida, sin embargo, en nuestro país ocurre que existe más demanda que oferta de semen, al contrario de lo que pueda parecer.

Para ser donante simplemente hay que tener ganas de serlo y cumplir una serie de requisitos sanitarios. Tú puedes ayudar a una mujer o a una pareja a cumplir su sueño.

Evidentemente, cualquiera no puede ser donante. Se requieren una serie de características y circunstancias sanitarias que garanticen la calidad sanitaria y genética de los espermatozoides donados.

Para empezar, se pide que el donante tenga una edad de entre 18 y 35 años, aunque en algunas clínicas admiten donantes de hasta 50 años. La razón es sencilla. Esa franja de edad es la más fértil en los hombres, y de esa manera se asegura la calidad del semen.

También es indispensable tener un expediente limpio de antecedentes médicos. Se descartan los donantes con enfermedades genéticas o antecedentes familiares de las mismas, para evitar transmitir enfermedades hereditarias. También hay que descartar otros problemas de salud como infecciones, enfermedades mentales o malformaciones. El grupo sanguíneo y el RH también son tenidos en cuenta. También se hacen pruebas de enfermedades infecciosas como la sífilis, hepatitis, SIDA, etc, que pudieran afectar a la madre o al futuro bebé.

Los factores físicos así como rasgos personales e intelectuales se tienen en cuenta, sobre todo para combinar el semen donado con los receptores más compatibles en todos los sentidos.

Otro de loa requisitos es no haber engendrado más de 6 hijos, ni de forma natural ni por donación. Por eso, las donaciones son limitadas.

Cada centro crea su propio protocolo de donación. Sin embargo, es relativamente lento, al contrario de lo que todo el mundo puede pensar. La media de duración del proceso ronda los 6 meses, desde que se acude a la clínica hasta que se dona.

Desde el inicio, suele realizarse una donación semanal, para acumular la cantidad de esperma suficiente. De hecho, durante este tiempo, la abstinencia sexual debe ser la indicada por los expertos, de entre 3 y 7 días antes de cada donación.

Las donaciones se suelen realizar en habitaciones preparadas para ello, con material audiovisual o gráfico para estimular la masturbación y la eyaculación necesaria. Después el semen se congela un mínimo de 6 meses, y cuando se descongelan se les hacen pruebas para descartar enfermedades contagiosas.

No, de hecho la Ley de Reproducción Asistida de España, especifica que está prohibido pagar por donaciones. Sin embargo las clínicas suelen dar una pequeña suma de dinero en compensación por las molestias tomadas. Es cantidad suele estar entre los 30-50 euros por donación. En el proceso de los 6 meses que duran las donaciones de un mismo donante, se suele obtener una remuneración de alrededor de 1.200 euros por una media de 25 donaciones. Algunas clínicas solo pagan cuando se confirma la validez del semen donado.

De una manera u otra, las donaciones deberían ser tomadas como tal, como un acto altruista.

De donaciones como tal no. Pero si es cierto que se toma en cuenta un máximo de 6 niños engendrados a través de un mismo donante. Cuando se llega a ese límite, todas las muestras existentes se destruyen.

Los datos del donante son tomados en un Registro Nacional de Donantes de Semen, para evitar que el mismo donante acuda a distintos centros y pueda engendrar más hijos de los permitidos.

Esta medida se toma por precaución genética.

Pues normalmente va para procesos de reproducción asistida en parejas donde el hombre tiene problemas de fertilidad. Sin embargo, también existen otras situaciones como, cuando en una pareja heterosexual el hombre tiene enfermedades genéticas hereditarias, cuando la pareja tiene un distinto factor de Rh, mujeres que quieren ser madres sin pareja, y parejas de mujeres homosexuales.

En cuanto a la privacidad de ambas partes, está asegurada y amparada por la ley. Ni la madre puede conocer la identidad del donante, ni éste podrá nunca conocer la identidad de los bebés engendrados gracias a su donación.