Si eres uno de los muchos runners que cada vez se ven más por las calles, parques y montes de nuestras ciudades, estás de enhorabuena. Además de todos los beneficios físicos y psicológicos que te aporta correr, tu potencia y disfrute entre las sábanas también mejorará.

Quienes se calzan sus zapatillas a menudo y salen a devorar kilómetros conocen muy bien los enormes beneficios que correr introduce en tu vida. Desde controlar el peso y quemar grasas a reducir el riesgo de enfermedades como la osteoporosis, las afecciones coronarias y la diabetes o mejorar los niveles de colesterol, la capacidad pulmonar, el riego sanguíneo y el sistema inmunológico. Corre retrasa además el envejecimiento, fortalece el sistema óseo, mejora notablemente la salud psíquica y contribuye a reducir el estrés y mantener la autoestima bien alta.

Pero, por si todo esto fuera poco, correr mejora además el deseo y satisfacción sexual de quienes lo practican.

Algunos estudios señalan que unos 20 minutos diarios de ejercicio moderado pueden bastar para ayudar a los hombres a producir más testosterona y, como consecuencia, incrementar su interés por las relaciones sexuales. Según otro estudio de la Universidad de California, las personas que practican unos 40 minutos diarios de ejercicio físico tienen el doble de actividad sexual y, aproximadamente, el doble de deseo sexual que aquellas personas con una baja actividad física o que llevan una vida totalmente sedentaria. Si el esfuerzo físico fuese muy prolongado, como en el caso de un maratón, estos beneficios sexuales se reducen lógicamente, ya que el organismo necesitará reponerse antes.

Incluso los cardiólogos están de acuerdo en que correr mejora la salud vascular, necesaria para el buen funcionamiento sexual.

Al ser tan eficaz para aliviar el estrés –no solo a nivel psicológico sino también a nivel químico- correr nos puede ayudar a combatir este peligroso inhibidor del deseo sexual en hombres y mujeres. Cuando una persona está estresada, ya sea por las preocupaciones laborales, las presiones familiares o la ansiedad, el deseo sexual suele desaparecer. Sobre todo si se trata de un estrés crónico, ya que reduce notablemente la producción de testosterona.

Cuando corre, esa misma persona mejora la percepción sobre su propia imagen, desconecta de los problemas del día a día y puede volver a conectar con su propio cuerpo para avivar la pasión. Cuanto más regular sea el ejercicio, mejor, introduciendo esta práctica en el día a día para mejorar nuestra salud mental, física y sexual.

Mientras que, en los hombres, la mayor producción de testosterona cuando corren es la culpable de que aumente su deseo sexual, en las mujeres se produce una combinación de factores físicos y psicológicos. Por un lado, correr les ayuda a quemar calorías, a definir sus curvas y a sentirse más seguras de sí mismas. Esta seguridad se traslada luego a la cama en forma de pasión.

Por otro lado, con el running las mujeres ganan una gran resistencia, fondo y elasticidad, lo que las convierte en amantes versátiles y capaces de aguantar largas sesiones de sexo intenso.

Parece, por tanto, fuera de toda duda que correr contribuye a llevar una vida sexual más plena y feliz. Pero, ¿qué ocurre si se mantienen relaciones sexuales antes de realizar deporte? Hasta ahora, hemos escuchado muchas veces (sobre todo, en el caso de los futbolistas, famosos por sus escarceos amorosos) que una relación sexual antes de hacer deporte podía influir negativamente en el rendimiento.

Sin embargo, cada vez son más quienes desmienten este hecho y defienden que la práctica sexual puede contribuir a que el ejercicio posterior se realice con más relajación y concentración. Parece que las mujeres son las más beneficiadas de practicar sexo antes de competir, por los efectos que el orgasmo tiene en el cuerpo femenino. En cualquier caso, lo que parece claro es que correr es bueno para tener un mejor sexo, aunque sea después y no antes de participar en una carrera.

Además, todos sabemos que el sexo ayuda a quemar calorías (entorno a las 300 calorías, dependiendo de cada persona y acto), por lo que nunca vendrá de más en nuestros intentos por perder peso y mantener la línea.