miércoles, 13 de noviembre de 2013
Menopausia: ¿Desaparición Del Deseo?
En torno a los 50 años, las mujeres sufren el proceso conocido como menopausia, que supone la retirada permanente de la menstruación y la disminución progresiva en la secreción de estrógenos. Antes del último sangrado, se produce una fase de transición denominada climaterio que puede durar varios años y en la que la mujer empieza a percibir los cambios fisiológicos y hormonales asociados a la menopausia.
Síntomas De La Menopausia Que Afectan A La Vida Sexual
La mujer menopáusica sufre diversos síntomas que pueden afectar a su vida sexual, como la sequedad vaginal, los dolores de cabeza, la incontinencia urinaria o el dolor durante el coito (dispaurenia). Esto se debe a que la disminución de estrógenos afecta a la lubricación, y la sequedad e irritabilidad pueden provocar dolor durante la penetración. Además, tanto el tamaño del útero como del cuello uterino disminuyen, lo que puede provocar contracciones dolorosas durante y después del orgasmo.
Desde el punto de vista emocional, la menopausia supone una importante revolución hormonal y psicológica en la que se alternan los estados de irritación, ganas de llorar sin motivo aparente, ira y euforia. En casos de depresión crónica, debe acudirse cuanto antes a un médico especialista para tratar el problema. Los cambios físicos y metabólicos que sufre la mujer, acompañados de una mayor propensión a acumular grasa corporal, pueden dañar la autoestima y agravar el proceso.
Durante la menopausia, puede producirse la inhibición del deseo sexual, por lo que la mujer trata de evitar los contactos sexuales; la anorgasmia o imposibilidad de alcanzar el orgasmo; la dispaurenia o dolor vaginal durante el coito; y el vaginismo, un espasmo involuntario y persistente que afecta a la penetración.
Todos estos síntomas pueden llevar a una disminución del deseo sexual, aunque no en todas las mujeres ni en el mismo grado. Para algunas mujeres, la menopausia ha supuesto incluso un aumento de su deseo sexual, posiblemente debido a una disminución de la ansiedad asociada al temor a un embarazo y a la liberación de las tareas de cuidado de los hijos y las presiones laborales. La libido no permanece igual a lo largo de toda la vida. No debes preocuparte si tu excitación es menos intensa o tarda más en llegar. Disfruta de los preliminares y no bases todo el juego sexual en la zona genital.
Consejos Para Disfrutar Del Sexo Durante La Menopausia
- Utiliza lubricantes de base acuosa, que no contengan aceite y no provoquen irritación en la zona vaginal.
- Además de los lubricantes, puedes utilizar cremas con estrógenos de uso tópico y dilatadores vaginales.
- Evita la vida sedentaria y haz ejercicio regularmente. Además de fortalecer tu autoestima, te ayudará a mantener bajo control el riesgo cardiovascular y a combatir el sobrepeso.
- Olvida el sexo tal y como lo conocías y descubre nuevas posibilidades y límites de placer: fantasea, explora y diviértete. La rutina queda prohibida.
- La dieta equilibrada es también muy importante, así como respetar las horas de sueño.
- Para ejercitar los músculos de la vagina y el suelo pélvico, prueba con los ejercicios de Kegel y los conos vaginales (que provocan un suave reflejo de contracción en los músculos vaginales y ayudan a prevenir la incontinencia urinaria). Te ayudarán a tener orgasmos más intensos.
- Fomenta la comunicación con tu pareja. Expresa cómo te sientes, qué esperas, qué te gusta, qué te desagrada... Los problemas a veces se resuelven simplemente hablando las cosas.
- Sé sexy. Sorprende a tu pareja con un conjunto bonito de lencería y prepara un escenario erótico y sensual.
- Si aún no los utilizas, es el momento perfecto de descubrir los juguetes eróticos. Te ayudarán a llegar al clímax y, de paso, te divertirás con tu pareja.
- Elimina hábitos tóxicos: el café, el alcohol y el tabaco contribuyen al aumento de riesgo de osteoporosis y de enfermedades cardiovasculares, por lo que se recomienda evitar su consumo.
- Para tratar la disfunción sexual, la mujer menopáusica puede recurrir al tratamiento hormonal sustitutivo (estrógenos y andrógenos/progestágenos), aunque algunos médicos lo desaconsejan por su efecto sobre las posibilidades de desarrollar cáncer de mama.
Si los problemas son de tipo psicológicos, acude a un especialista para que te ayude a superar la depresión, el estrés o la falta de comunicación con tu pareja.
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