miércoles, 26 de febrero de 2014
Cáncer de colon y relaciones sexuales
Son muchas las personas que pasan
por un cáncer y no por ello tiene que tener un final trágico
Las relaciones sexuales no tienen porque verse mermadas aunque es indudable el factor psicológico en los pacientes que lo padecen, y esto a su vez puede tener consecuencias en la vida, personal intima.
Hay muchos que
sobreviven al cáncer pero sí cambia en algo sus vidas y, una de las situaciones
más difíciles de afrontar son las relaciones sexuales, sobre todo cuando tienes
o has padecido un cáncer relacionado con ello (por ejemplo un cáncer de mama o
uno de colon).
El cáncer de colon y las relaciones sexuales
Antes que nada has de saber que la
gran mayoría de personas que sufren un cáncer de colon pueden volver a tener
una vida sexual normal. Es cierto que, dependiendo del tipo de tratamiento que
se haya utilizado para tratar el cáncer, hará que se esté más o menos
predispuesto a las relaciones sexuales pero hay una alta probabilidad de volver
a disfrutar de una vida sexual normal.
Como sabes, para tratar el cáncer
de colon hay varias formas de hacerlo y cada una de ellas tiene una serie de
cuidados para evitar que haya problemas:
- En el caso de una cirugía, se recomienda no tener relaciones sexuales al menos hasta que no pasen las 6 primeras semanas para que no haya problema.
- En el caso de quimioterapia o radioterapia no hay limitaciones, es decir, se pueden mantener relaciones. Lo que pasa es que, al ser un tratamiento fuerte, muchos acaban perdiendo las ganas de sexo y no es algo que deba preocuparte en exceso sino una reacción normal que, con el tiempo, se debería ir eliminando (y volviendo ese deseo sexual).
- En caso de los tratamientos médicos, también se baja la libido en las personas, no solo en quien padece el cáncer de colon sino en sus propias parejas que ven con temor las relaciones por miedo a hacerles daño o incluso a que sea contagioso (unos mitos que habría que erradicar). Por eso se suele tratar de convencer de que hay que darle tiempo al cuerpo, y a la mente, para que se adapte a los nuevos cambios que ocurren.
Hay ocasiones en que la cirugía o
bien la radioterapia, al ser una zona muy cercana a los órganos sexuales, los
deja un poco adormecidos porque se ven afectados los nervios de esa zona. Esto
es algo que los médicos tratan de evitar si bien es cierto que, algunas veces,
no lo pueden lograr de la mejor forma posible, y claro, ocurre. Y cuando eso
pasa, en el caso de los hombres, puede haber dificultad para conseguir o
mantener una erección; o en las mujeres el no sentir nada en la relación sexual
lo cual frustra y hace que las relaciones se vean como algo a evitar por todos
los medios porque no se pasa un rato agradable.
La importancia psicológica
Tener un cáncer es ya uno delos
problemas más importantes para que, psicológicamente, se piense que ya no se
puede disfrutar del sexo, no solo porque se teme fallar y no hacer disfrutar a
la otra persona, sino también porque uno piensa que debe ser rechazado, que no
tiene derecho a eso.
Y es que muchas veces es la propia
mente la que hace que tengas más dificultades sexuales que obligan a tomar
cartas en el asunto para conseguir ayuda y tratar de eliminar esos problemas
que se tienen.
Efectos en los hombres
En el caso de los hombres con
cáncer es cierto que pueden tener problemas en las relaciones sexuales después
del tratamiento como son problemas de erección o problemas relacionados con la
vejiga, el recto, etc. El más frecuente suele ser el de erección aunque muchas
veces se puede tratar fácilmente. Otros problemas que se dan es con respecto a
dificultades para alcanzar el clímax, tener orgasmos más débiles, tener dolor
mientras se practica sexo, etc.
Efectos en las mujeres
En las mujeres también puede haber
problemas. Uno de los más comunes, sobre todo si se usa quimioterapia,
radioterapia o medicamentos, es la aparición de la menopausia así como un
adelgazamiento de la vagina, sequedad vaginal, sofocos, pérdida de la sensación
de placer en los tejidos vaginales, o problemas en general que impidan unas
relaciones sexuales satisfactorias como antes.
Esto se traduce en dolor en las
relaciones, tamaño de la vagina más pequeño, dificultad para llegar al clímax,
sequedad vaginal o problemas para sentir las relaciones sexuales al mismo nivel
que antes.
Si esto ocurre, lo mejor es tratar
de hablarlo con un médico que es quien te puede ayudar a solucionar el problema
o al menos tratarlo de una manera más adecuada. Pero, sobre todo, es la mente
la que te debe ayudar a no cerrarte y pensar que haber pasado un cáncer de
colon ya te incapacita para volver a sentir o tener placer con el sexo.
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