miércoles, 5 de marzo de 2014
El sexo anal, ese desconocido de hombres y mujeres
El sexo anal es un desconocido aún
hoy en día aunque cada vez son más las parejas que se deciden a probarlo y que encuentran
el gusto en el mismo (porque, como has de saber, el sexo anal puede gustar o
no, depende de con quién lo practiques y el tiempo que le dediques a ello ya
que, al ser una zona que no suele estar acostumbrada, el placer puede venir con
mayor dedicación (algo que no muchos conocen).
Pero, hablemos del sexo anal, una
práctica que, según los datos, parece que se practica más en América Latina que
en España aunque esos datos están cambiando ahora. Si te fijas un poco sabrás
que, en España, cuando hablas de sexo anal lo primero que piensan es en
“sodomía”, que proviene de Sodoma porque allí hay tal desenfreno sexual que era
calificado como un tabú. De hecho, se decía que se practicaban actos “contra
natura”, es decir, buscando el placer sexual y no la reproducción.
Por supuesto, hay muchas más
referencias al sexo anal visto como si fuera lo más pecaminoso que pudieras
hacer (por ejemplo, un pacto con el diablo que se hacía con un beso en la nalga
o cualquier otra cosa que puedas pensar. Pero no, el sexo anal no es tan malo
como lo pintan y, con tiempo, puede hacerte tener hasta un orgasmo.
El sexo anal
A la hora de practicar sexo anal
has de tener en cuenta los gustos de la pareja. Una cosa es que a ti te guste
practicarlo pero, si a tu pareja no le gusta, no hay de otra, tienes que acabar
por dejarlo porque no puedes hacer que le guste (salvo que intente probarlo y
puedas hacerla cambiar de opinión).
Has de tener en cuenta que la
penetración anal, aunque sirve para evitar un embarazo, hay que hacerlo despacio
o tendrá consecuencias, quizás no tantas para el hombre, pero sí para la mujer,
y muchas de ellas negativas, cosa que hoy día están viendo los médicos y han
empezado a tratar de enseñar sobre la práctica del sexo anal de forma segura.
¿Te preguntas qué consecuencias
puede tener el sexo anal? Aquí te damos algunas:
- Desgarres musculares. Como sabes, a la hora de la penetración entra en juego un anillo múscular que es quizás lo más difícil de traspasar y lo que más puede doler. Si no se hace bien puede haber un desgarre muscular que afecte de forma negativa al cuerpo, por ejemplo no recuperando la forma o bien teniendo problemas para controlar los esfínteres porque el músculo no se reacomoda (y no creo que guste usar pañales porque no puedes controlar las ganas de ir al baño, ¿verdad?).
- Heridas. También pueden darse, sobre todo cuando no se está bien lubricada, ya que puede provocar que, con el frotamiento, se produzcan heridas, quemaduras o rozamientos tanto en el hombre como en la mujer. Esto se suele sentir en poco tiempo pero aún así es conveniente tener cuidado en el fragor del sexo (porque no te des cuenta).
- Infecciones. Aquí también se dan tanto en el hombre como en la mujer. De hecho es un lugar donde pueden ocurrir muchas infecciones y hay que tomar precauciones. Una de ellas, en el caso de los hombres, puede ser el utilizar un condón mientras que, en el caso de las mujeres, podría ser utilizar una lavativa para dejar el conducto anal limpio y evitar, al mismo tiempo, situaciones desagradables (que pueden ocurrir, es algo normal).
- Insatisfacción. Esto puede darse tanto en el hombre como en la mujer, sobre todo en aquellas parejas a las que uno de ellos no gusta demasiado del sexo anal y no lo encuentra placentero cuando lo practica lo cual puede desencadenar irritabilidad, problemas de comunicación y, a la larga, enfriamiento de las relaciones de pareja.
- Dolor. El dolor es algo habitual en este tipo de relaciones sexuales y va a depender de cada persona y de lo que soporte el dolor para saber si es capaz de soportarlo hasta que cambia a placer (porque lo hace) o bien no es capaz de hacerlo. Ten en cuenta que el dolor puede hacer que una persona tenga miedo de experimentar y que por eso no lo quiera practicar.
En base a esto, ¿te atreves con el
sexo anal?
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