miércoles, 30 de julio de 2014
Cambios acontecidos después de un embarazo
Después de un parto, el cuerpo
inicia la recuperación. Hay mujeres que pueden recuperarse mucho antes que
otras pero lo importante es no apresurar las cosas porque, también en esos
momentos, se producen una serie de cambios que es importante llevarlos a cabo
con calma para que puedas recuperarte cuanto antes.
Una vez que se ha acabado el parto
comienza lo que se llama cuarentena o puerperio, una serie de cambios que hace
tu cuerpo para volver a la normalidad, a como estabas antes de quedarte
embarazada. Es normal que, en esos momentos, te sientas débil y cansada,
primero por el esfuerzo que supone el parto, y luego porque los cambios a nivel
físico y hormonales te van a dejar agotada. Por eso es bueno que puedas estar
acompañada por alguien que, además, te anime a la recuperación.
Es importante dar algunos paseos
todos los días para que el cuerpo vaya produciendo una pérdida de peso. Normalmente
se pierde el peso del niño, de la placenta, del líquido amniótico, de la
sangre, etc. que después se puede recuperar si no se pone remedio. Aparte, como
estarás débil, es bueno controlar la alimentación pues, con la lactancia y la
recuperación, habrá un mayor gasto de energía en tu cuerpo.
Cambios físicos después de un embarazo
Uno de los cambios más notables
será a nivel del útero que tiene que volver a su tamaño y peso. Esto no es algo
doloroso pero algunas mujeres, las que han tenido más hijos, notan los llamados
“retortijones o entuertos” que duran varios días y que pueden necesitar
medicación para calmar el dolor.
También es posible que expulses
secreciones de flujo y sangre. Esto dura unas 2-3 semanas y se le llama
“loquios” que son de un color muy rojizo y disminuirán con el tiempo hasta
tener un flujo normal. Muchas mujeres llaman a esto tener la regla todo de
golpe por los nueve meses que has pasado sin verla (de hecho, si multiplicas 4
días de periodo por 9 meses obtienes 36 días, poniendo unos cuantos días más de
propina, tienes la cuarentena).
En cuanto a las mamas, es habitual
que, tras el parto, notes la salida de líquido por el pezón. Al principio será
de color amarillo y es llamado calostro, el primer alimento que debe recibir tu
hijo pues es el más imprescindible que hay para desarrollar su sistema
inmunitario. Pasado unos días el pecho aumentará y se endurecerá. Esto será
debido a la subida de la leche.
Los genitales te podrán dar
molestias, bien por los puntos que tengas o bien por el estiramiento que se
produce en esa zona por el parto. Puedes aliviarlo con agua tibia y conviene
que cambies la compresa muy a menudo (y que sea de algodón) para evitar
infecciones que pudieran hacer que te pongas mal.
Los primeros días es bueno que hagas
mucho reposo para recuperarte antes.
Hay mujeres que tienen algunos
problemas para orinar los primeros días o bien que tienen hemorroides y les
dificulta ir al baño. Esto se puede aliviar con ejercicios Kegel o bien con
paños fríos, hielo, etc.
La lactancia
Uno de los mayores cambios físicos
que acontece a una persona tras el parto es la lactancia. De hecho, la
lactancia se produce unas horas después de nacer el bebé, cuando se está
todavía en el hospital ya que el pequeño necesita a la madre para alimentarse
(salvo que ésta no pueda darle suficiente leche para ello).
Es posible que, durante las
primeras tomas, el niño o niña no saque leche, puede ocurrir y solo hay que
esperar a que se produzca la subida de la leche. En caso de que no ocurra es
cuando se puede recurrir a la lactancia artificial.
Sin embargo, la mayoría de las
mujeres son capaces de alimentar al bebé de forma natural. Es durante esos
momentos cuando la unión entre la madre y el bebé se mantiene mucho más porque
se reconocen el uno al otro.
La mayoría de los bebés no
necesitan mamar de los dos pechos en una misma toma aunque se suele dar así
para intentar paliar el dolor que puede sentir la madre por la subida de la
leche que deja los pechos muy sensibles. No hay que preocuparse por ello ya que
después, en la siguiente toma, puede tomar del otro. También has de tener en
cuenta que, los primeros días, es normal que el bebé quiera el pecho muchas más
veces que después. Esto es porque para él es importante esa leche y después,
cuando su aparato digestivo comienza a desarrollarse, se espacian.
Eso sí, cuantas más veces des el
pecho a tu bebé mayor será la producción de leche (de ahí que, cuando se tienen
gemelos o trillizos, la producción de leche sea mucho mayor).
Cambios emocionales después del embarazo
Las primeras horas que vives
después del parto son unas horas que vas a recordar toda tu vida. Algunas
mujeres las califican como las más intensas de su vida. Y es que, durante los
días siguientes vas a tener muchos sentimientos contradictores como son:
alegría, euforia, ganas de estar con tus amigos y familia, tristeza, querer
estar sola, temor, ansiedad, cansancio...
Cuando una mujer solo está triste,
desanimada, que solo quiere dormir e incluso que apenas presta atención a su
bebé, se dice que tiene una depresión postparto. Esta suele desaparecer a las
pocas semanas pero, si no es así, es importante tener la ayuda de la pareja y
consultar con un médico. Es por eso que es tan importante tener a alguien al
lado para que se pueda compartir con ellos.
Con el paso de las semanas, las
hormonas se irán estabilizando y lo mismo los sentimientos que se tengan por lo
que hay que tener paciencia hasta que eso ocurra (como en el caso de los
primeros meses de embarazo).
En esos momentos se recomienda:
Expresar lo que se necesite; descansar siempre que se pueda; evitar situaciones
de agobio; no sobrecargarse de trabajo; compartir tareas con la pareja; tener
también un tiempo para una misma; seguir una alimentación equilibrada; hacer
ejercicio siempre que se pueda y no haya nada que lo impida.
Las relaciones sexuales después del parto
Un punto importante en las parejas
que han tenido un hijo son las relaciones sexuales. Este tema es algo que
también cambia después del parto porque hay que adaptarse a una nueva situación
y a veces el tema sexual pasa a estar en un punto tan alejado de las
prioridades de las mujeres que el hombre se puede sentir mal por ello (como si
ya no se le necesitara).
Muchos tienen problemas para
retomar las relaciones durante los primeros meses después del parto debido a
que las mujeres no tienen tantas ganas de un encuentro sexual por varios
motivos como puede ser el hecho del dolor, hipersensibilidad en los genitales,
miedo a las relaciones sexuales, dedicación exclusiva al bebé (anteponiéndolo
para todo), temor a un nuevo embarazo, miedo a no sentirse atractiva, etc.
Por eso es que, en esos casos, lo
mejor es la comunicación con la pareja para llegar a un acuerdo, ya sea esperar
más tiempo para tener sexo o bien tratar de solucionar el problema que se
tenga. Lo que sí está claro es que, los propios expertos determinan que es
mejor siempre esperar a dejar de sangrar antes de tener relaciones sexuales con
penetración.
Si quieres tener éxito, lo mejor
es no forzar las cosas y dejar que ocurran poco a poco sin forzar nada.
Normalmente es ley de vida y finalmente la penetración, así como las ganas de
relaciones sexuales se recuperarán. Sin embargo, hay que comprender que los
primeros meses, con el bebé y el nuevo rol que desempeñan, puedan estar más
irascibles y su prioridad no es el alivio sexual. Sin embargo, si cuenta con el
apoyo de la pareja, habitualmente el sexo se vuelve también parte de su día a
día o al menos vuelve a recuperarse, a veces con más ganas.
En caso de que no sea así lo mejor
es consultar con un experto en el tema para que pueda valorar el caso y ayudar,
bien psicológicamente o por otros medios a fin de recuperar la sexualidad que
se tenía antes.
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