miércoles, 11 de mayo de 2016
¿Rutina sexual? ¡Deshazte de ella!
En toda pareja el sexo se
convierte en algo habitual. Cuando se inicia la relación, el tema sexual es muy
fuerte y la atracción es tal que las relaciones sexuales se pueden realizar
incluso varias veces al día. El problema viene cuando se pierde esa chispa y la
pareja se asienta, cuando llega la rutina y la pasión se pierde.
Si hablamos con datos, se dice que
una pareja pierde esa pasión transcurrido un año de relación y, al pasar 3, se
establece una rutina que puede llegar a acabar con la pareja. Sin embargo, si
se añade algo a la relación, un cambio de postura, unos juguetes eróticos,
etc., la pasión puede relanzarse de nuevo.
Y es que tan malo es tener sexo a
todas horas que no tenerlo. El sexo es salud y hay que disfrutarlo en todas las
etapas. Y cuando hay una rutina sexual lo que hay que hacer es deshacerse de
ella lo más pronto posible para que no dañe la relación de pareja.
Eliminar la rutina sexual
Si has caído en una rutina sexual
o has empezado a notar los síntomas de la misma, es hora de atacarla para que
no se asiente en la pareja. Para ello, hay algunos consejos que puedes llevar a
cabo:
•
Comunicación. Hablar con la pareja puede ayudar
a conocer aún más a esa persona. Hay que saber expresar lo que se quiere, o lo
que se necesita, sin sentirse acusado o recriminado. Es posible que haya
fantasías sexuales que, por miedo al rechazo, no se digan pero puedan ser las
que salven las relaciones sexuales. Por eso hablar entre los dos y definir qué
se puede cambiar supone el primer paso.
•
Individualidad. En ocasiones una relación se ve
como una forma de vivir las 24 horas con la pareja. Hay que hacer los dos lo
mismo, ir a los sitios juntos, etc. Es decir, no se tiene un espacio individual
para hacer lo que uno quiera y “echar de menos” al otro. Si te pasas todo el
tiempo con una persona al final acabas harta de ella, es por eso que hay que
dejar un tiempo para estar a solas y disfrutar a solas. Pero también para
querer compartir cosas con la pareja y pensar en ella.
•
No dormirse. Tener pareja no quiere decir que
solo por eso ya podamos relajarnos y pensar que, hagas lo que hagas, no te va a
abandonar. Las parejas tienden a asentarse cuando llevan un tiempo de relación
como si pensaran que no han de seguir enamorando a la otra persona. Cuando eso
no es así. Una relación de pareja requiere sorprender a la persona siempre, en
hacer que disfrute de la compañía del otro, en enamorar y reenamorarla una y
otra vez. Tanto en las mujeres como en los hombres.
•
Experimentar. En ocasiones se tiende siempre a
hacer lo mismo, a menudo por no pensar en cosas nuevas, a menudo por
desconocimiento. Pero hacer cosas nuevas puede acabar por completo con la
rutina sexual. Introducir juguetes sexuales, fantasías, juegos, posturas, etc.
puede ayudar a que se disfrute a otros niveles del sexo y a conseguir que la
pareja también lo haga. Además, se rompe con la rutina porque no se hace
siempre lo mismo.
•
Cuidar el aspecto. Cuando se tiene pareja, no
solo se descuida el romanticismo, también el aspecto físico. Tanto los hombres
como las mujeres dejan de cuidarse y el cuerpo se asienta (el amor dice que
hace perder kilos pero cuando este ya pasa a ser rutinario se vuelve a
engordar). De esta manera, cuidar el aspecto que se tiene, mantener una vida
saludable puede ayudar a que, físicamente, sigas atrayendo a tu pareja. Y ya
sabemos que muchos se rigen por esa atracción física.
La mayoría de parejas que llegan a
establecer una rutina sexual y no le ponen remedio acaban teniendo cada vez
menos sexo hasta el punto de verlo como un trabajo más, con lo que la pasión y
el placer que se siente no es el mismo que al principio. Esto puede provocar
rupturas así como infidelidades de pareja, temas que se pueden solucionar con
lo que hemos comentado antes.
Así, está en manos de cada uno
superar el bache. Ten en cuenta que los estados de una relación son circulares
por lo que, cuando se llega a la rutina, el siguiente paso es de nuevo la
atracción sexual y la pasión al máximo. Solo hay que tener ganas de dar ese
paso. ¿Las tienes?
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