martes, 20 de junio de 2017
Relaciones tóxicas y enfermizas
Hay muchos tipos de relaciones de
pareja. Pero, en algunos casos, las relaciones no son todo lo felices que una
espera que sean. Se convierten en relaciones tóxicas o enfermizas basadas,
principalmente, en el abuso físico, verbal o emocional.
¿Cómo es una relación tóxica o
enfermiza?
Una relación tóxica o enfermiza se
caracteriza porque las dos personas, o una de ellas, somete a la otra persona
de tal manera que: controla dónde va y con quién; controla su teléfono móvil,
correo electrónico, redes sociales, etc. sin permiso de la otra persona; evita
que la pareja salga con familiares o amigos; la priva de hacer ciertas
actividades; controla el dinero que tiene; no tiene confianza en la pareja,
etc.
De esta manera, lo que hace es
someterla a depender de uno mismo, lo cual no sería una relación sino un abuso.
En algunas ocasiones, ese abuso
puede llegar a ser físico, es decir, puede llegar a golpearla, pegarle o herir
de cualquier forma para obligar a esa persona a hacer algo que no quiere (como
por ejemplo una relación sexual) o bien como castigo por haberle desobedecido.
Hay que diferenciar las relaciones
tóxicas con la relaciones donde ambos no se llevan bien y hay problemas. En una
relación tóxica no existen las discusiones, sino las imposiciones pues es una
persona la que controla la vida de la otra y le dice qué hacer, cuándo, dónde,
etc. En otras palabras, la persona se convierte en “esclava” de esa persona
dominante (y por tanto hay que diferenciarla también del BDSM y la práctica de
dominación y sumisión).
¿Cómo salir de una relación
tóxica?
Hay que decir que salir de una
relación tóxica no es fácil, nada fácil. Muchas veces la persona que la vive no
se da cuenta de que, en realidad, está viviendo una relación de pareja que no
es sana y se escuda en el amor y la felicidad que sienten en los pequeños
momentos en los que los dos están bien.
Sin embargo, desde fuera y de
manera objetiva sí que se puede ver ese tipo de relación e intentar que la otra
persona entre en razón. Ahora bien, como decimos, no es nada fácil.
En general, es la persona que vive
esa relación quien debe querer salir de la misma. Para ello, los consejos que
podemos dar son:
•
Intenta darte cuenta de que la relación que
llevas con tu pareja no es normal. Una pareja no debe controlar a su novio o
novia, tampoco decirle lo que debe y no debe hacer. La confianza y la
comunicación han de estar siempre presentes.
•
Una pareja que te quiere no te echa en cara lo
que haces. Hay ocasiones en las que las personas hacemos cosas porque nos
gustan. Pero si después nos lo echan en cara pueden obligarnos a no querer
hacer nada sin pedir permiso antes. Eso no es una relación ya que, aunque se
convive en pareja, cada uno debe tener su tiempo para hacer lo que le gusta, no
estar supeditado o esperando los deseos de la otra persona.
•
Cuando haya un abuso físico, no consientas el
siguiente. Hay una frase que lo define todo muy bien: el primer golpe puede ser
culpa suya, pero el segundo golpe es culpa tuya porque tú misma se lo has
permitido al no pararle en el primero. Por eso, si te pone la mano encima, has
de cortar de raíz. Eso no es una relación sana.
•
Infórmate. Busca ayuda. Aunque pienses que no,
has de darte cuenta del tipo de relación que llevas. ¿Es normal lo que hacéis?
En cualquier caso, es importante
que, si quieres terminar con la relación de pareja, tengas ayuda porque, en
este tipo de relaciones, las cosas pueden no ser fáciles y costar separar a la
otra persona. En cualquier caso, hay asociaciones que pueden brindarte
información y asesoramiento para terminar con una relación tóxica.
Recuerda que no estás sola. Seguro
que tienes familiares y/o amigos que pueden ayudarte cuando más lo necesites.
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