miércoles, 3 de octubre de 2012
Todo Sobre El Herpes Genital
El herpes genital es una enfermedad infecciosa causada por el virus del herpes simple (VHS). Existen muchos tipos de herpes, pero el de tipo 2 (VHS2) es el herpes genital, y se contagia por vía sexual. Afecta a la piel y a las mucosas genitales, provocando dolorosas úlceras. El subtipo 1 afecta casi siempre a los labios y la boca, es muy común y es lo que mucha gente conoce como “Calentura”. Es posible que se contagie de la boca a los genitales a través del sexo oral, aunque no es lo más común. El subtipo 2, sí que se contagia a través de secreciones orales y genitales.
El virus causante del herpes puede pasar mucho tiempo latente en el cuerpo del paciente, sin que éste ni siquiera lo sepa. Sin embargo, aún sin presentar síntomas, puede hacerse contagioso. Lo más común por otra parte es que se contagie cuando existen úlceras y contacto con las mismas.
Otro dato importante es que las mujeres, suelen ser más propensas que los hombres en eso de contraer herpes genital.
¿Cuáles son los síntomas que delatan al herpes genital?
Hay quien es portador del VHS y nunca presenta las úlceras típicas, o las presentan de forma tan leves que pasan inadvertidas. El resto suelen sufrir brotes periódicos que arrancan con inapetencia, fiebre, malestar general, dolores musculares y ganglios linfáticos inflamados. Tras ese inicio dan lugar la aparición de ampollas dolorosas, pequeñas y llenas de un líquido.
Cuando el herpes es genital, estas lesiones aparecen en los labios externos de la vulva, la vagina, el cuello útero, las nalgas o los muslos de las mujeres. En ellos suelen presentarse en el escroto, el pene, en la zona anal o también en muslos y nalgas. En ambos pueden aparecer en la boca, en los ojos, o en cualquier otra parte del cuerpo. A menudo la micción se vuelve dolorosa, e incluso imposible. Además el flujo vaginal se vuelve mucho más abundante y espeso.
Los síntomas pueden tardar en desaparecer entre 7 y 14 días. Normalmente, tras el primer brote, suele haber un segundo brote alrededor de un mes después. El primero suele ser el más fuerte y doloroso. Luego los brotes van espaciándose en el tiempo y atacan al paciente de forma más leve. Esto se debe a que el virus permanece latente en las células nerviosas y reaparece dependiendo de diversos factores como una bajada de defensas, fatiga, estrés, o irritación.
¿Cómo se diagnostica el herpes genital?
Normalmente basta con una inspección ocular. Sin embargo a veces es necesario averiguar el subtipo de virus, o asegurarse de la infección, por ejemplo en mujeres embarazadas con síntomas de herpes genital. Para ello existen pruebas como el cultivo del líquido de las ampollas, un análisis PCR, o análisis de sangre en busca de los anticuerpos generados durante una infección de herpes.
¿Cuál es el tratamiento para el herpes genital?
Al igual que ocurre con otros virus, el virus del herpes no tiene curación. El virus desaparece pro si solo cuando quiere… o no desaparece nunca. EL único tratamiento antiviral que existe es paliativo y ayuda a que los brotes sean más leves y más espaciados en el tiempo. Los medicamentos más comunes son aciclovir, famciclovir y valaciclovir.
Aquellas personas que sufren constantes brotes, pueden tomar la medicación a diario para espaciarlos al máximo, aunque esta medicación puede conllevar efectos secundarios como nauseas, temblor e incluso convulsiones.
Las embarazadas también deben tener especial cuidado. Normalmente los ginecólogos aconsejan seguir un tratamiento durante el último mes de embarazo para evitar que exista un brote en el momento del parto. Si aun así se diera, se recomienda cesárea para que el bebé no esté en contacto con las úlceras.
Para las úlceras, se recomienda utilizar ropa amplia, natural y transpirable, una higiene suave con agua y jabón y baños tibios para aliviar las molestias. A veces las úlceras se infectan, y requieren tratamiento antibiótico.
¿Cómo se puede prevenir el contagio?
La única vía fiable es la abstinencia. Ten en cuenta que el virus se contagia incluso cuando está latente, por lo que no puedes fiarte de las apariencias, porque no siempre existen lesiones en el momento de mantener relaciones sexuales.
El preservativo también protege si éste cubre el área ulcerada (tanto el femenino como el masculino). Lo ideal es que el portador avise a su pareja y siempre utilicen preservativo.
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