El 1 de diciembre de cada año se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el SIDA, recientemente llamado “Día Internacional de la Respuesta contra el VIH Sida”, una fecha señalada para dar a conocer los avances médicos que se están llevando a cabo para controlar la pandemia provocada por el VIH y también para sensibilizar a la población sobre la realidad de la enfermedad y las personas que la padecen.

1988 fue el año en el que se celebró por primera vez este día. La idea surgió durante la Cumbre mundial de Ministerios de la Salud de 1988. Durante la misma se trataban programas de prevención del Síndrome de Inmunodeficiencia adquirida. Fue entonces cuando se propuso la iniciativa con el propósito de llamar la atención de gobiernos, ONG’s e instituciones de todo el planeta, en cuando a las medidas de retención de la pandemia y la necesidad de seguir investigando sobre tratamientos y vacunas preventivas.

Desde que se lleva celebrando este día, el SIDA ha acabado con la vida de más de 25 millones de personas en el mundo, convirtiéndose ya en la mayor epidemia más destructiva de la historia a nivel mundial. El coste médico de los
pacientes de SIDA sigue siendo bastante elevado, y eso provoca que no llegue a gran parte de los afectados, sobre todo en países subdesarrollados. Aunque se han mejorado los tratamientos antirretrovirales y los tratamientos paliativos, el SIDA mató a más de tres millones de personas en el año 2005, y de esas cifras, medio millón eran niños.

El símbolo más identificativo del Día Internacional de la Respuesta Contra el SIDA es el lazo rojo. La cinta roja se utiliza sobre todo para llamar la atención a los ciudadanos y crear conciencia sobre la necesidad de investigación en cuento a prevención y tratamiento del SIDA. También se lleva este lazo en muestra de solidaridad y apoyo a la gente que padece la enfermedad o que son portadores del VIH.

Otro cambio simbólico y significativo fue el del mismo nombre con el que se denominaba a este día: Hasta 2011 fue el “Día Mundial de la lucha contra el SIDA”. Desde entonces, se eliminó la palabra “lucha” por su carácter bélico y se sustituyó por “Día Internacional de la Respuesta contra el SIDA”.

En octubre de 1981 se diagnostica el primer caso de SIDA en España. Meses antes, medios de comunicación como El Boletín Médico Norteamericano, el Diario de San Francisco y The New York Time, publicaron ciertas noticias relacionadas con posibles casos de SIDA. Por un lado hablaban de 5 homosexuales con una extraña neumonía, y en otras de las noticias, hablaban de un “Cáncer raro” que coincidía con la descripción del Síndrome de la Inmunodeficiencia adquirida. En España fue el Hospital Vall d’Hebron en Barcelona el primero que detectó un caso así. No lo llamó SIDA porque aún no se conocía el virus VIH, pero se le relacionó con un extraño brote de Sarcoma de Kaposi e infecciones oportunistas que habían aparecido en la comunidad homosexual de EEUU.

En 1982 aún no se ha descubierto el virus que causa la enfermedad, ni tiene nombre. Por eso el activista homosexual Bruce Voeller propone denominar a esta rara enfermedad como SIDA: Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida. Un año después el médico francés Luc Montagnier aísla por primera vez el VIH, y en 1984 el médico norteamericano Robert Gallo anuncia el descubrimiento del virus.

En el año 85 muere Rock Hudson, actor norteamericano que se convirtió en la primera persona famosa que había reconocido padecer Sida. Y ya en 1988 se celebró por primera vez el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA.

Desde entonces hasta hoy, los avances no han parado. Han sido 30 años de convivencia con un virus silencioso y letal, para el que aun hoy no hay cura, aunque si muy buenas expectativas. La esperanza de vida y la calidad de vida han aumentado de forma notable, y la vacuna y los tratamientos contra el virus están cada vez más cerca. Por eso hay que seguir respondiendo ante la enfermedad, y hay que seguir celebrando este día para concienciar a las instituciones y a la población.