Pero no contra todo tipo de disfunción eréctil. Ni en todos los hombres. La pastilla azul supuso tal revolución tras su lanzamiento, que son muchos los que la venden y la usan de forma ilegal para aumentar sus erecciones. Sin embargo, Viagra es un tratamiento que debe administrarse por prescripción médica, ya que tiene efectos secundarios considerables, y riesgos de complicaciones graves.

Desde que se lanzó al mercado en 1998, Viagra ha ayudado a más de 16 millones de hombres repartidos por todo el mundo a recuperar o mejorar sus relaciones sexuales. Como dato curioso cabe destacar que la cifra mundial de ventas asciende a 9 cajas por segundo.

Se trata de un medicamento que se utiliza para tratar o mejorar la disfunción eréctil, comúnmente conocida como impotencia.

Viagra es el nombre comercial del sildenafilo (compuesto UK-92,480). Varios químicos farmacéuticos de la empresa Pfinzer lo sintetizaron como fármaco para combatir dos problemas médicos: la hipertensión y la disfunción eréctil. Fue este segundo cometido el que le ha dado la tremenda fama de la cual disfruta este medicamento, con el que se ha llegado a formar incluso un mercado negro que la distribuye de forma libre y sin receta médica.

El nombre de viagra, responde al término sánscrito “viaghra” que significa “tigre”, un nombre muy comercial que además hace referencia a los tigres que adornaban las entradas a los templos de la época, que solían “posar” con sus penes erectos.

En el proceso de erección influye el sistema circulatorio y el sistema nervioso parasimpático. Viagra hace que el sistema parasimpático libere óxido nítrico en el cuerpo cavernoso del pene, y a la vez esta sustancia se une a la enzima guanilatociclasa, que hace que se produzca guanosín monofostato cíclico, que hace que se relaje el músculo del cuerpo cavernoso, provocando la vasodilatación de las arterias que se encuentran en el interior del pene. Al aumentar la vasodilatación, Viagra provoca que la sangre fluya de forma más sencilla hacia los cuerpos cavernosos, causando así la erección.

Además el sildenafilo (Viagra) provoca reacciones que hacen que la erección sea mucho más potente y a la vez mantenida durante mucho más tiempo. Eso si, sin estimulación sexual, esta potente fórmula química no tiene ningún efecto sobre la erección.

Para tener un efecto óptimo, Viagra debe tomarse con una dieta baja en grasa, ya que es metabolizada por el hígado y los riñones, y con altos contenidos grasos su tiempo de absorción es más lento, y llega mucha menos cantidad al plasma sanguíneo.

Tras la toma de Viagra pueden darse diversas reacciones secundarias debidas a su consumo. Las cefaleas o dolores de cabeza son muy comunes, así como el rubor o enrojecimiento facial, hormigueo en las piernas y brazos, erupción cutánea, puede que se nuble la vista, den taquicardias y palpitaciones, así como fotofobia.

Los efectos sobre la visión son los que más preocupaciones levantan. Algunos pacientes han perdido temporalmente parte de la visión periférica o aprecian una luminosidad azulada (Cianopsia). Otros expertos incluso se han atrevido a relacionar la toma de Viagra con la neuropatía óptica isquémica anterior.

Como menos frecuentes, pero también posibles, se incluyen el priapismo, la hipotensión severa, el infarto de miocardio, la arritmia ventricular o incluso el infarto cerebral.

Dado que los efectos secundarios, como podéis comprobar pueden ser graven, existen contraindicaciones claras en los casos en los que estos efectos puedan agravar determinadas enfermedades. Por eso además, este medicamento solo se vende de forma legal bajo receta.

No pueden tomar viagra los pacientes que toman un tratamiento cuya medicación incluye óxidos nítricos, nititos, nitratos, trinitrato de glicerina, notroferricianuro de sodio, nitrato de amilo. Tampoco aquellos a los que el médico les desaconseja el sexo por riesgo cardiovascular. Los que tienen insuficiencia hepática o renal tampoco deben tomar Viagra, así como todos aquellos que tienen problemas de retina.

Como podéis comprobar los riesgos de efectos secundarios son altos, y las contraindicaciones bastante peligrosas, por eso deberías considerar siempre su uso. No tomes Viagra si tu médico no lo ha prescrito. No la compres en mercados negro, cada vez que la tomas sin receta, puedes estar jugándote tu vida.