Los problemas de fertilidad son más comunes de lo que parecen. Por eso la ciencia ha volcado sus esfuerzos en los avances por conseguir técnicas de reproducción asistida efectiva. Uno de los primeros pasos es conseguir los gametos, es decir, las células reproductoras, tanto masculinas como femeninas. Hay quien necesita óvulos o esperma, porque su cuerpo no los fabrica o no lo hace con la calidad suficiente. También se da el caso de quien hay que extraérselos para realizar una fecundación in vitro, fuera del cuerpo humano, vigilada por los especialistas.

De una manera dólar o extraer gametos es uno de los primeros pasos. Y está claro que la donación de esperma es mucho más sencilla que la de óvulos. Hoy vamos a hablar de ésta última.

Donar óvulos es un proceso indoloro, aunque largo y no necesariamente sencillo. Normalmente a la donante se le extraen entre 10 y 15 óvulos que posteriormente serán utilizados en reproducciones asistidas.

En un principio cualquier mujer sana debería ser una donante idónea. Sin embargo las clínicas de reproducción asistida requieren excelentes condiciones de salud y una serie de requisitos para que los óvulos donados sean óptimos para la reproducción:

Normalmente se utilizan mujeres de entre 18 y 25 años, que es la etapa más fértil de la mujer. Si han tenido hijos es un punto a su favor a la hora de convertirse en donante. Además necesitan tener una función ovulatoria totalmente normal. Se tienen en cuenta además los antecedentes médicos de los familiares de las donantes. Por ejemplo, no pueden ser donantes aquellas mujeres que tienen antecedentes de malformaciones o de enfermedades de carácter hereditario. En este sentido, y como dato curioso, las personas que son adoptadas, no pueden ser donantes, ya que es imposible conocer los antecedentes médicos de sus familiares.

Además, las mujeres que quieren llegar a convertirse en donantes de óvulos deben someterse a un examen médico exhaustivo, general y ginecológico en el que se descarten problemas infecciosos (SIDA, Sífilis, etc), quistes o anormalidades en los órganos reproductivos (endometriosis, quistes, etc). Además se les efectúa una hematología completa, un análisis cromosómico, e incluso un análisis psicológico.

Tras realizarte todas las pruebas para ver si cumples los requisitos, los doctores darán paso a la estimulación ovárica. Seguirás un tratamiento hormonal que hará que tus ovarios maduren muchos más óvulos de lo normal. Al cabo de 10 o15 días, se llevará a cabo la extracción de óvulos. Para ello, te sedarán de forma general y procederán en quirófano a punzar el abdomen para extraer los gametos. Al cabo de 2 o 3 horas puedes volverte a casa.

Cómo podéis apreciar el proceso es sencillo, pero tiene sus riesgos, sobre todo los derivados del tratamiento hormonal al que se someten las donantes para estimular su producción de óvulos.

Como hemos dicho la punción apenas tiene riesgos, los más destacados son los derivados del tratamiento hormonal. De forma común las donantes experimentan una hinchazón importante y un ligero aumento de peso, que suele desaparecer en el siguiente ciclo.

Alrededor del 5% de las donantes presentan el Síndrome de Hiperestimulación Ovárica. Los casos más leves se quedan en una hinchazón abdominal importante, así como calambres fuertes. En los casos más graves, el tejido ovárico puede deteriorarse sufriendo daño en el ovario de la paciente.

Seguro que alguna vez lo has escuchado. Pues bien, hasta ahoa, en España la Ley de Reproducción Asistida prohíbe la compra o la venta de óvulos, es decir, no se puede pagar por donar. Sin embargo la donación es totalmente anónima, por eso, suele hacerse una compensación económica que cubren las molestias causadas a las donantes, y suelen ascender a entre 600 y 800 euros por donación (por proceso, no por óvulo).

Donar óvulos es una maravillosa manera de ayudar a parejas infértiles a cumplir uno de sus grandes sueños: Ser padres. Además, aunque conlleva riesgos, son mínimos. Está claro que ayudar al milagro de la vida, debe ser algo más que satisfactorio.